Jeremy Gilley es actor, director de cine y activista. En el 1998 inició la grabación del documentalPeace One Day, el cual registra su trayecto a través del mundo para convencer a cabezas de estado, líderes de opinión y gente de poder para lograr una tregua global en el día mundial de la paz.


Entre los logros de la cruzada de Gilley se encuentra una campaña de vacunación contra la polio que alcanzó a casi dos millones de niños en siete regiones Afganas, cuyo acceso había sido previamente bloqueado por la guerra. La campaña de vacunación fue una de las primeras acciones de construcción de paz un 21 de septiembre, día mundial de la paz.

Gilley preparaba el Peace One Day 2011, día de tregua mundial el 21 de septiembre, cuando hicimos esta entrevista. Como la paz definitivamente debe tener incidencia en los procesos educativos, Pase Usted se acercó a Gilley con esperanzas de encontrar información acerca de la formación global en la paz.

Pase Usted:¿Cómo pueden las acciones individuales ayudar a la transformación de situaciones globales?

Jeremy Gilley:Creo que antes de cualquier cosa uno debe elevar el nivel de consciencia alrededor de los problemas fundamentales a los que se enfrenta la humanidad. La gente puede llegar a sentirse entumecida por las cosas que suceden a su alrededor, y creo que podemos quedar a veces atrapados en la política de la situación, que en muchas formas nos puede detener de hacer las cosas que quisiéramos hacer por lo increíblemente complejas que se vuelven. Para mí el camino hacia la paz es increíblemente simple: el proceso consiste en yo decidir que me quiero involucrar, que voy a actuar y que voy a lograr algo, no importa lo que esto sea. Yo escogí al 21 de septiembre como un día para el cese al fuego y la no-violencia a nivel mundial. Si cada individuo en éste planeta realizara una actividad en ese día, entonces, elevaríamos el nivel de conciencia alrededor de los problemas fundamentales a los que nos enfrentamos. En consecuencia, emigraríamos de una cultura de guerra a una cultura de la paz.

Peace One Day ha creado materiales educativos en las seis lenguas oficiales de las Naciones Unidas, que comprenden una serie de herramientas para que la gente joven pueda resolver conflictos en sus hogares, comunidades y escuelas. El 21 de septiembre del 2011 inicia una nueva campaña de 365 días, en espera de que el 21 de septiembre del 2012 podamos conseguir una tregua global.

Espero que la gente de México se involucre y actúe, ya sea con música, cine, deporte, poesía o discusiones y debates. Cualquiera que sea la forma, espero que lo hagan y espero eso de toda la gente del mundo. Si tuviera dinero para invertir en alguien que sujeta un gatillo o alguien que es un joven que se convertirá en un futuro líder, yo invertiría en el joven. Si queremos realizar un cambio profundo y sistémico vamos a tener que invertir en la juventud de este mundo y darles las herramientas para cooperar interculturalmente en una escala que la humanidad nunca ha conocido antes.

PUD:Hace un momento hablabas sobre la inspiración como una herramienta fundamental para la educación hacia el cambio. ¿Cómo juega la inspiración en este proceso?

JG:Tomemos el 21 de septiembre como ejemplo, cualquiera que sea el país de donde uno provenga, nos estamos enfrentando todo el tiempo a conflictos y violencia. Yo creo que si uno otorga un punto inicial hacia la acción, de repente es inspirador y eso empodera a la gente: de repente uno ya no es pesimista o cínico: “Estoy viendo una oportunidad para involucrarme en el proceso pues mis propias acciones individuales pueden transformar al mundo”. Nosotros como individuos podemos transformar al mundo. Si realmente deseamos que las cosas sean diferentes, lo podemos lograr. Sin embargo, para que esto suceda necesitamos unirnos para que con la unidad venga el cambio.

Si construyes una casa debes empezar por un ladrillo. Yo creo que si queremos construir la paz mundial, entonces necesitamos empezar por un día. Lo creo, si podemos tener un día, podemos tener dos. La cosa es que si empezamos con 365 días, no lo vamos a lograr. Necesitamos un punto de origen. Es como escalar una montaña: uno llega a la cima y es hermoso, el sentimiento es increíble y uno lo quiere volver a hacer. Es por todo esto que creo que como humanidad debemos escalar esta montaña y llegar a la cima juntos. Y cuando lleguemos a la cima tal vez encontremos un cambio, no importa, la cosa es que primero necesitamos intentarlo. Debemos intentarlos pues si no lo hacemos creo que nos encerramos en el círculo vicioso de “Hay un problema, es terrible, no podemos hacer nada al respecto…”. No quiero estar involucrado en eso y creo que ustedes tampoco. Creo que lo que queremos es separarnos de los políticos y hacerlo derecho, mantenerlo simple.

PUD:¿Cómo han ayudado las plataformas multimedia a Peace One?

JG:Creo que como hemos visto en el caso de el Cairo y Egipto, la tecnología lo ha cambiado todo. Es emocionante, pues de pronto la gente se encuentra en la posición de decir: “Tengo algo, puedo ser parte de éste movimiento y hay otras personas a las que me puedo unir que sienten igual que yo”. Creo que de ahí proviene fuerza y un sentimiento de pertenencia.

Hace poco hablaba con el embajador Brahimi, una de las figuras claves en éste mundo que realmente entiende las políticas nacionales. Le pregunté: “Si estuviera en mi lugar y estuviera buscando una tregua global, ¿ Qué haría usted ?”. Él me respondió: “Usaría las redes sociales. Hablaría con gente clave, con opiniones influyentes, para que activaran sus redes. Hablaría con futbolistas, académicos, artistas, celebridades, poetas, quien quiera que sea, tú y yo”.
Trabajo con éstas plataformas multimedia porque éste es el momento propicio para un cambio, lo cual es emocionante.

PUD:¿Cuál ha sido el obstáculo más grande?

JG:Diría que el financiamiento es un obstáculo. No tenemos fines lucrativos, por lo tanto, cada centavo que recaudamos se invierte en la construcción de la paz. No somos una entidad comercial donde alguien se lleva un cheque grande al final del día. Ese es el gran reto, sin embargo, siempre es un obstáculo. Hace 12 años cuando todo esto comenzaba, no éramos pagados. Teníamos que tocar la guitarra para poder comprar los sellos postales para poderle escribir a un Premio Nobel o a una cabeza de estado. Sin embargo, uno aprende, uno se adapta y uno mejora como parte del proceso.

Nunca he hecho nada pensando en que su fracaso sea un problema, no me preocupa fallar pues si lo hiciera no haría las cosas que estoy haciendo ahora. La mayoría de la gente está segura de que voy a fallar, mucha gente dijo que no funcionaría en Afganistán. No importa, mientras nos enfoquemos en el proceso y nos mantengamos concentrados en él, entonces, seguiremos aprendiendo. El resultado final será el aprendizaje que nos dirá hacia donde seguir.
Es lo que le digo a la gente joven todo el tiempo, en cada material educativo que hemos hecho les decimos: No importa si llegas primero o al final, no es relevante mientras todo el trayecto lo hayas intentando y te hayas concentrado en el momento. Eso es todo: es lo que realmente creo, no me importa el fracaso, solo me importa intentar.

Para más información sobre Peace One Day visitawww.peaceoneday.org <https://www.peaceoneday.org/>