De a pie por Coyoacán
Por: Verónica Chávez Aldaco
Platicamos con Fernando Rivera Calderónpara conocer los rincones consentidos de su barrio, Coyoacán.
1. CAFÉ AVELLANEDA
En Coyoacán hay café más allá del Jarocho, como este pequeñito que demuestra que algunos placeres cotidianos no requieren demasiada parafernalia. Quienes lo visitamos disfrutamos, además de un gran café, de calidad y de la cálida compañía de actores, escritores, músicos y demás entes creativos de esos que arreglan el mundo en cada charla.
Higuera 40, casi esquina con San Francisco Figuraco, 6553 3441.
2. EL VICIO
Haber sido el hogar del gran Salvador Novo (Nalgador Sovo pa’ los cuates), dejó en este teatro-cabaret un espíritu dionisiaco que arde en diferentes fuegos. El talento más delirante de este país, l@s críticos más ácid@s, las voces más bellas y los más divertidos engendros del cabaret nacional exorcizan, noche a noche, los demonios que acechan a l@s mexican@s.
Madrid 13, a media cuadra de Centenario. Pregunten por las Reinas Chulas.
3. EL SHEIK
Un gran lugar para quienes gustamos de la comida árabe-libanesa. Falafel, tabule, café turco, dedos de novia y otras delicias en un espacio que los miércoles, sábados y domingos tiene un atractivo especial aparte de su famoso bufet: el show de danza árabe de la maravillosa Lis Rage, de quien salgo enamorado cada que voy.
Madrid 129, prácticamente frente a los Viveros.
4. LA FONDITA DEL AMOR
En esta fonda te alimentas de amor. Yo voy no sólo porque se come rico y a muy buen precio. Voy también porque la señora Angelitos, jefa suprema del lugar, a todos quienes pasamos por ahí nos da un trato de mamá amorosa insuperable. Basta sentarse en una mesa para que la seño se acerque y te diga: “¿Qué va a querer, mi niño?” para que uno se sienta un poco en su casa.
Cruz Verde 13, a una cuadra de Real de los Reyes.
5. MERCADO DE LAS FLORES DE LOS VIVEROS
Cuando te invade un cierto hartazgo y quisieras escapar de este mundo, como el Señor Manhattan de los Watchmen cuando se va a Marte, este mercado de flores puede restablecerte, si no la fe en la humanidad, sí la fe en el mundo vegetal. Puedes llevarte un cactus o una orquídea a tu casa, o simplemente dejarte atrapar durante un instante por los aromas, texturas y colores que te salen al paso en este sereno refugio.
Av. México Coyoacán s/n.
También lee: