Dicen que las mujeres somos las complicadas, y tal vez (ok, definitivamente) es cierto. Pero el género masculino es tan simple que automáticamente se vuelve difícil de entender. Nosotras debrayamos demasiado, y ellos lo hacen menos de lo que deberían. He ahí el problema. Por eso, les damos estas sencillas pistas para entender cómo funcionan los hombres.

Los hombres quieren ser héroes

Una virtud maravillosa de todo hombre que se respeta es que nunca pierde esa onda de “príncipe valiente” que enseñan en las caricaturas y el cine infantil. Así como las mujeres tenemos esa necesitad de sentirnos protegidas, los hombres deben salvar el día para sentirse bien con ellos mismos… aún cuando ese acto heroico se trate de la dificilísima y muy admirable tarea de cargar las bolsas del súper. Eso sí, no hablen de matar arañas porque perdemos a la mitad de los caballeros antes de comenzar la misión…

Cuando “no pasa nada”, no pasa nada

Tan simple como eso. Su diccionario, por suerte, no está tan distorsionado como el de las mujeres. Mientras que para nosotras un “no” puede significar un millón de cosas distintas; cuando un hombre dice ese monosílabo, usualmente no significa nada más que eso. ¿Qué aprendimos de esto? Que ya basta de debrayes innecesarios.

Son hombres, no psíquicos

Por razones misteriosas y desconocidas las mujeres tendemos a lanzar toda clase de mensajes ocultos, y encima asumir que son lo suficientemente claros como para que el mundo entero –léase “el mundo masculino”– los entienda. Peor aún, a veces pensamos que nuestras necesidades son tan obvias que no hace falta ni mencionarlas para que se satisfagan. Sentimos que el hecho de llevar mucho tiempo con un hombre hace que nuestras mentes funcionen como una misma, y no, no es así. Así que, o se ligan a Walter Mercado (¡por favor,no!) o grábense esto: al que no habla no lo escuchan.

Sin llorar

Pregúntale a un hombre qué está pasando y te lo dirá, pero trata de hacerlo expresar lo que siente y… suerte con eso. Aunque cada vez vivimos en una sociedad más abierta, sigue siendo muy cierto eso de que “los hombres no lloran”… al menos no en público. Un hombre siempre jugará a ser el “macho man” cuando de sentimientos se trata. Una vez aclarado esto, es fácil llegar a la siguiente conclusión: ¿quieres saber cómo se siente realmente? Precisamente “sentir” es la palabra que no debes usar al preguntar.

La clave de la felicidad

Dicen que para hacer feliz a un hombre sólo se necesitan tres cosas: cerveza, comida y buen sexo. Aunque estamos 99% seguros de que es cierto, la moraleja de esto es la siguiente: mientras sus necesidades básicas estén cubiertas, todo estará bien. No hay necesidad de complicarse la existencia.

La mujer perfecta

Puede ser que la chica ideal sea muy parecida a ésta, pero eso no significa que tengamos que cumplir todos los requisitos. Hay una gran distancia entre lo perfecto y lo real, y aunque no parezca, hasta el más exigente está consciente de eso. No se puede exigir una “mujer trofeo o nada” si para empezar el mismo hombre está lejos de ser soltero cotizado (ahora que si sí es, favor de presentarse en esta redacción ahora mismo).

Adiós colores raros

A menos que sea diseñador, metrosexual o que estén hablando de tonos de coches, para un hombre el color azul es azul, el verde es verde, y ya. Es inútil hacer referencias onda “rosa salmón” y “rosa coral”. Lo mismo pasa con la ropa y accesorios: tu preciosísimo vestido “empire waist” color rojo quemado pasa a ser tu raquítico vestido rojo.

Si no te llama…

Típico: conoces al hombre de tu vida, te pide tu teléfono y pasan días, semanas, y bueno… empiezas a pensar que lo secuestraron los extraterresetres, o mínimo que le robaron el celular. Tenemos noticias: si no te habla es porque no quiere. Tal vez pienses que es un patán, pero en realidad, según algunos hombres lo que pasa es esto: es más fácil ignorarte que lastimarte con la cruel realidad de que a él no le gustas tanto.

Intereses en común

Nos basta con tener una cara bonita y asentir en los silencios indicados (y si sí, ten por seguro que no vale la pena). Para un hombre es importante que te interese lo que hace y lo que le gusta. No se trata de que si es fan del americano conozcas la NFL de la A a la Z, pero sí de que al menos puedas comentar algo al respecto. Así que si te preguntas por qué si eres tan guapa nadie quiere nada serio contigo, esta puede ser una solución. Recuerda que no se trata sólo de que ellos queden bien con nosotras: las mujeres también debemos hacer nuestras labores de conquista. Demos gracias a Internet por Wikipedia.

Les gusta la cacería

Y no precisamente con armas. No queremos decir el típico choro de “desde la época de las cavernas el hombre es cazador bla bla bla”… pero es muy cierto. El hombre tiene ese instinto de cacería, y no se limita a cazar por comida. Es por eso que lo que llega como regalado –o séase, algunas mujeres– no se queda por mucho tiempo. Presa fácil no es ningún reto, y por lo tanto es aburrido.