Su atractivo principal…
Los paquetes que incluían papas y refresco grandes. Fue de las primeras cadenas de comida rápida en México. De las primeras que llenó de colesterol nuestra sangre y de gorditos nuestro abdómen.
¿Por qué nos gustaba?
Nos abrió los ojos y paladares a una nueva experiencia de comida chatarra. El chico
hamburguesa, sin saberlo, contribuyó en gran medida a que en estos momentos seamos un país de obesos. Chale. Y estaban tan buenas.

Lo qué más recordamos
Extrañamos ver aSalma Hayek vestida de caperucita roja (#Not!) en el comercial en que nos invitaba a comer esas hamburguesas que, según decía la leyenda urbana, se fabricaban con carne de caballo.