¿Cuándo llegas a la oficina sientes un ambiente pesado?¿Hay rumores sobre ti u otros compañeros?¿Tu jefe o tus coworkers ya no te hablan por tu nombre sino que utiliza un apodo despectivo? Entonces sí, hay acoso laboral y hasta un posible maltrato.

Pongámonos serios por un momento, hay ocasiones en que una simple broma –como esconderle su silla al vecino de cubículo, cambiarle su fondo de pantalla en la compu u otras cosas peores– se convierte en tradición y es gracioso hasta que se convierte en un problema laboral.

Según una encuesta del sitio trabajando.com, 65% de sus encuestados mexicanos han sufrido algún tipo de violencia psicológica laboral. O sea, seis de cada diez personas que chambean a diario les han dado duro con el bullying laboral o Mobbing como se le conoce técnicamente.

En cuanto a consecuencias hay de todo: desde el que aguanta vara y planea la ingenua contraofensiva Godínez –como esparcir algún rumor sobre que a alguien le gusta Justin Bieber, o One Direction–, hasta el que de plano se lo toma muy a pecho y renuncia a su trabajo.

Por eso la misma encuesta dice que de todos los que han sufrido algún acoso el 65% dijo que se iba a cambiar de trabajo –qué poco aguante–, el 27% no han podido superar su acoso, el 3% incluso, tuvo que recurrir al psicólogo para superar el tema y sólo el 5% se pudo cambiar de empleo fácilmente.

Así las cosas. El principal problema es que no todo mundo está consciente de que sufre algún tipo de acoso o maltrato psicológico. De acuerdo con Margarita Chico, directora corporativa de comunicación del mismo sitio web de empleo, hasta los que “practican algún tipo de humor negro para burlarse de un defecto físico es un claro ejemplo de maltrato psicológico laboral”.

Tipos más comunes de Mobbing

Para que los vayas identificando, te decimos las técnicas más comunes de acoso o maltrato laboral.

– La típica –desde la primaria– de que al nuevo nadie le habla, o a otro elemento del personal al que no se le incluye en las dinámicas de trabajo configura un tipo de abuso o maltrato psicológico.

– El ambiente pesado en el lugar de trabajo como: rumores sobre una persona, calumnias, también son acoso.

– Cuando entre jefes o compañeros se hablan con insultos o amenazas, también.

– El no dejar que alguien participe en una dinámica de trabajo o que se le denigre su trabajo de manera constante.

– Incluso, cuando una empresa trata de “deshacerse” de un empleado y se quiere ahorrar su liquidación, comúnmente se le aplica el clásico “truene” que consiste en ponerle obstáculos para realizar su trabajo hasta que él mismo renuncie. Eso, también es maltrato.

¿Qué hacer?

Bueno, pero y ¿qué demonios podemos hacer?, primero hacer las cosas bien, aquí una lista de soluciones –reales–, al respecto.

– Lo primero es identificar que en efecto se trata de algún tipo de maltrato o acoso laboral. (del tipo, sabes que alguien habla a tus espaldas, recibes insultos, te inventan mentiras, te hacen aplican la ley del hielo).

– Trata de hablarlo cordialmente con el personaje en conflicto. Lo importante es que lo hagas de manera profesional y sin confrontarse más. Según Margarita Chito, “si no pueden hablarlo o resolverlo acude a otra instancia directa como tu jefe o, incluso, recursos humanos para que te apoyen a resolverlo“.

– Nunca, pero nunca de los nunca, recurras a la estrategia de venganza, ni mucho menos ignores el problema ya que puede irse acumulando y aumentar tus problemas.

– Si de plano no lo puedes arreglar, hay instancias legales como la Profedet (www.profedet.gob.mx) que es la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo, que depende de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, tienen 47 oficinas en todo el país. Seguro ellos te apoyan.

Así que la próxima vez que te sientas acosado o maltratado no dejes que el problema siga hasta convertirse en una bola de nieve que no puedas controlar y resultes mal parado, Godínez.