La película X-Men: The Last Stand es un poco de las dos películas anteriores, tiene parte de la exposición exhaustiva de la primera X-Men y los personajes convincentes y autoritarios de X2. Es decir que la película tiene un montón de acción, pero carece de aquello tipo de angustia y ansiedad típica de los mutantes.
Historia
Todo parece estar muy bien entre los seres humanos y los mutantes. Hay un presidente que es comprensivo hacia los mutantes, la escuela del profesor Charles Xavier (Patrick Stewart) está prosperando y Magneto (Ian McKellen) está tranquilo–por el momento. Pero cuando una cura para las amenazas a cerca de la mutación es descubierta, dando una opción a todos aquellos que tienen genes de mutantes de abandonar sus poderes y tornaren humanos, Magneto se queda muy enojado. ¿Curación para los Mutantes? Palabras de Dem cuando empieza la lucha. Con algunos pocos aliados a su lado–incluyendo la resucitada Jean Grey (Famke Janssen), que ahora es llama Phoenix y que tiene energías y poderes ilimitados–Magneto se prepara para accionar la guerra para terminar con todas las guerras, mientras que los X-Men–conducidos por el decidido Wolverine (Hugh Jackman) y la tímida y humilde Storm (Halle Berry)–intentan hacer con que él pare con la guerra. Dudo seriamente que ésta sea realmente la última película que dice tener la decisión final.
Actuación
Todos los mismos sospechosos de las películas anteriores están de regreso. Stewart es de nuevo suficientemente sabio como Xavier, mientras que Magneto interpretado por McKellen continúa siendo uno de los bandidos más geniales de surgió a partir de un cómic. Es muy divertido verlo tranquilamente destrozar coches o dislocar el puente Golden Gate simplemente emitiendo una luz brillante con su ojo. Parece que a Janssen también le gusta interpretar dobles personajes: la atormentada Grey y su diabólico y transmutado ego, Phoenix, que me parece totalmente aterrorizador. Desafortunadamente, Jackman no tiene tanto que hacer en esa producción como él hizo en X2, y Berry es otra vez, solamente buena para crear cierto misterio. Pero los nuevos mutantes son muy divertidos: Ellen Page (tan fatal en Hard Candy) de esa vez interpreta a una muchacha amable, Kitty Pryde, que puede pasar a través de cualquier material sólido; Vinnie Jones (Snatch) es bullicioso y convenientemente nombrado Juggernaut; Kelsey Grammer es diplomático como el altamente inteligente–y muy azul– Dr. Hank McCoy, más conocido como el Beast; y Dania Ramirez (Fat Albert), como la ultra rápida, Callisto que consigue golpear duro el personaje de Berry, Storm. Y sinceramente una chévere pelea de gato, quiero decir, gatas.
Dirección
¿Cómo el director Bryan Singer se atreve a dejar sus X-Men para irse a dirigir a otra película de súper héroe, aunque esa película sea Superman Returns? Si Wolverine tuviese la oportunidad de decir alguna cosa a respecto, no se quedaría callado. Realmente podemos sentir la ausencia de Singer en Last Strand….. Todos los sentimientos atormentadores del director hacia sus camaradas mutantes y sus luchas para vivir en el mundo humano no son prevalecientes en esta tercera producción. En cambio, tenemos uno de los más despreocupados directores en la industria Brett Ratner de Rush Hour, que transforma The Last Stand en una enorme, explosiva y excéntrica producción. Y por supuesto, para su buena reputación, Ratner es muy bueno en presentar una película de acción con contenido conmovedor aunque un tanto superficial. Simplemente no es tan apasionante como X2. Pero óigame, la esencia del cómic ya esta incorporada en esa acción y viene de las películas anteriores, así pues, sentimos que ya conocemos muy bien estos personajes. ¿Nosotros realmente necesitamos más aprehensión?