Dentro del género de la comedia existe un gran afán por hacer películas “tan malas que son buenas”. En Encuentros cercanos del tercer tipo, el directorAkiva Schaffer (Hot Rod, 2007) y el escritor Seth Rogen (sí, el actor de The Green Hornet) quisieron seguir esta receta. Desgraciadamente, no lograron llegar muy lejos.

La historia se sitúa en un típico suburbio estadounidense. Cuatro hombres se unen para hacer un grupo de vigilancia, algunos por el bien de la comunidad, otros para escaparse de sus vidas. Accidentalmente descubren que están siendo invadidos por aliens que se hacen pasar por humanos comunes. Suena a cliché de la ciencia ficción, y sí, lo es. En versión cómica, claro.

La historia en si no es mala. Además de abarcar el típico tema de acción y extraterrestres nos muestra personajes reales, cuyos problemas no se limitan a una invasión alienígenta. La cinta retrata hombres con los típicos problemas familiares o de pareja, lo que de cierta forma los hace muy completos, considerando que en esta clase de comedias es poco frecuente que algo así pase. El verdadero problema de de la película radica en la forma de hacer comedia. El rango de humor va desde chistes tontos hasta cuestiones sexuales… Lo típico que se esperaría de este tipo de cine. Sin embargo, es increíble que teniendo a grandes comediantes como Ben Stiller, Vince Vaughn y Jonah Hill, quienes son expertos en hacer buenas comedias malas,en ningún momento se llega a un punto memorable, contrario a lo que sucede en cintas, como Zoolander (2001, con Ben Stiller) y Superbad (2007, con Jonah Hill).

En Vecinos cercanos del tercer tipote reirás por una que otra cosa, pero llegará un punto en el que te pregunarás por qué razón del universo la estás viendo.