Un arruinado aristócrata pretende ganar los favores de Luis XIV ofreciéndole un suntuoso banquete. François Vatel, su hombre de confianza, es el encargado de que fuentes de frutas, faisanes, brebajes deliciosos e increíbles postres lleguen sin parar a la mesa del monarca. Destaca en este filme de Roland Joffé la utilización dramática del color (rojo para la realeza, verde para los sirvientes) y la dirección de arte, que reconstruye al mismo tiempo la decadencia y exquisitez del siglo XVII francés.