Bueno aquí viene el verano y sus mil secuelas. Quién diría que Ben Stiller y un puñado de réplicas históricas iban a ser un suceso fílmico. Quién sabe, a lo mejor eso de que no hay cultura en este país sea un mito, y la única forma de que la gente visite los museos sea gracias a la ficción de que todo cobra vida en cuanto cierran las puertas. En esta ocasión el guardia Larry Daley le dice adiós a su amado Museo de Historia Natural de Nueva York Ahora sus aventuras se van a desarrollar en el Smithsonian el museo de lujo de Washington D.C.