Por Jaime Azrad @_azrad

La combinación de un cuento de hadas con la comedia dan como resultado una mezcla una tanto bizarra. Una loca aventura medieval tiene momentos graciosos, en los que el guión soporta unas veces los chistes, y otras no, pero termina siendo un intento logrado a medias.

La historia nos cuenta la vida de un arrogante y vago príncipe (Danny McBride) que deberá salvar a la prometida de su hermano (James Franco) junto con una intrépida princesa guerrera (Natalie Portman). Los nombres en el póster de la película son pesados, sobre todo cuando incluye a dos de los actores que compitieron por el Óscar a mejor actor en el último año (y Natalie sí lo ganó), pero no nos dejemos engañar: no veremos nada parecido al Cisne negro ni a 127 horas.

La prometida de Franco, Belladona (Zooey Deschanel), enfrenta terribles y extrañas criaturas, por lo que necesita ser rescatada. Ésta no es ninguna fórmula nueva, pero definitivamente tampoco entramos a la sala de proyección con ganas de ver una propuesta innovadora (quien sí la espera está en el lugar equivocado), sino con ganas de reírnos, y pasa poco, pero pasa.

Aventuras con toques cómicos y romances con tintes de acción logran atraer a dos públicos antagonistas: a los amantes de los golpes y la risa y a las fanáticas de frases cursis y situaciones melosas. Las parejas podrán dejar de discutir sobre qué ver, por lo menos este fin de semana (si lo que buscan es sólo pasar el rato).