¿Quiénes son los tórtolos?
Bella: chica delgada que tiene fascinación por los freaks.
Edward: vampirito brilloso que siempre tiene cara de haber ido al baño a hacer del dos durante más de cinco días.
Jacob: adolescente nativo-americano amante de los tótems, y de Barry Bonds (por lo de los anabólicos para los músculos).

¿Cómo surge el triángulo de amor bizarro?
Pues el vampiro y la chicuela se enamoran, aunque Jake la quiere en silencio. Entonces Edward se aleja de Bella porque su vida corre peligro. Ella se deprime como si hubieran estado juntos por años y hayan pasado más allá de segunda base. Entonces Bella, cual mujer puberta no aguanta su soledad y le da esperanzas pélvicas y sentimentales al pobre de Jacob… y justo cuando iban a tener el sexo (bueno, al menos besarse) el maldito E. la reclama.

¿Con cuál se queda?
Con el afeminado de Edward.

¿Nos rompe el corazón o creemos en la Justicia Cardiaca?
Nos lo rompe, el Jacob y sus esteroides de verdad quieren a Bella, mientras que el otro vampirito vaspapú se larga "para protegerla". Y claro, no hay mejor forma de resguardar al "amor de tu vida" que yéndote de su lado. Sí, es muy lógico. Lección de vida, mis querido pubertos que pagaron por este bodrio: nunca hagan de más por conquistar a una mujer que acaba de cortar con un gañán. Porque siempre van a preferir a los que las tratan mal. Recuerden: nice guys finish last.