Por Jaime @_azrad

Uno de los maestros de la animación en stop motion, Jeff Newitt, regresa este año con su primer película como director. Compartiendo crédito con Peter Lord, con quien trabajó en Pollitos en fuga (2000), Newitt entrega una fábula divertida que, a través de una técnica casi perfecta, causa risas a cualquier edad.

Lord y Newitt nos cuentan la historia de un pirata llamado Capitán cuyo único anhelo -además del típico: riqueza- es vencer a sus rivales en la competencia anual por el premio a “pirata del año”. La incansable búsqueda llevará a Capitán y a su tripulación al lugar donde más odiados son, el Londres de la Reina Victoria.

Con un perfeccionismo notable, los realizadores entregan una animación de vanguardia; su técnica denota la experiencia que los ha formado y con la que se han ganado la atención mundial. Además, sus historias son un valor agregado en cada una de sus producciones, pues siempre se estructuran con un guión inteligente que desarrolla personajes encantadores.

El carisma de Capitán atrapa desde los primeros minutos, pues la comedia que la cinta utiliza retoma elementos históricos para descomponerlos en carcajadas alrededor de sus 88 minutos. Sin duda, este film es una entrega más de un ingenio aparentemente inagotable, cuya realización es tan personal que refleja el cuidado y la pasión de sus realizadores.