Ante la avalancha melcochosa de héroes revisitados, lo único que considero divertido es el análisis crítico de esa historia. No es un secreto para nadie que la historia es un cuento, no porque sea (necesariamente) mentira, sino porque escoge una cierta narrativa y siempre tiene un punto de vista.

No es un secreto para nadie que la historia es un cuento, no porque sea (necesariamente) mentira, sino porque escoge una cierta narrativa y siempre tiene un punto de vista. 

La Historia, con H mayúscula, se cuenta siempre desde un punto de vista conveniente al que reina en el presente. Desde la elección de lo que se subraya hasta el soslayo de algunos puntos incómodos. La pregunta es, ¿con qué partes de este cuento nos vamos a quedar ahora?      

Un buen termómetro será la cartelera de cine, que este mes traerá un puñado de películas nacionales de corte histórico: El Infierno, de Luis Estrada (sátira de humor negro, historias de narco y corrupción); El atentado, de Jorge Fons (adaptación de una novela histórica sobre un atentado contra Porfirio Díaz); El baile, de San Juan de Francisco Athié (una historia de amor prohibido española-mestizo situada en la época de la colonia); Hidalgo: la historia jamás contada, de Antonio Serrano (memorias de un Hidalgo apasionado por las mujeres y el teatro de Molière), aparte de algunas que ya se estrenaron como Chicogrande de Felipe Cazals (un western villista), y el documental La cámara Casasola, de Carlos Rodrigo Montes de Oca.

A excepción de este último, cuya intención es indagar en el uso de la imagen en la apropiación histórica -es decir, justo el ejercicio que estoy proponiendo aquí-, las demás son trabajos que pertenecen al género que puede jugar con la verdad para decir otra más grande: la ficción. Algo es seguro: estas películas no van a hablar tanto de quiénes éramos (cosa que ya nadie puede saber con absoluta certeza), sino de quiénes somos ahora. Eso que llamamos México podría explicarse en los intersticios de estos filmes. Propongo que los veamos todos, casi por disciplina, y sacar nuestras conclusiones.