Ermanno Olmi estuvo presente en la XXI Muestra Internacional de Cine en 1988 con este filme, ganador del León de Plata y el premio FIPRESCI de la Crítica Internacional en el Festival de Venecia. El filme relata la historia de un joven ingenuo que funge como mesero en un fastuoso banquete ofrecido a la matrona de un castillo italiano. El protagonista equilibra el ambiente de absurdo en el que se encuentra, donde se develan los rituales de una burguesía decadente, con recuerdos de su infancia y fragmentos de su propia imaginación