Ya, por Dios, que alguien le diga a Sandra Bullock que su carrera como mujer “guapa” y graciosa se quedaron hace cinco años atrás. Ya. Ya estuvo. En este film interpreta a Maggie, una chica que entiende el amor y el valor de la familia… una vez más. Margaret es una editora famosa y con un brillante futuro profesional, aunque tiene un pequeño inconveniente: es canadiense. Un día la migra decide ponerle fin a sus sueños cuando deciden deportarla al país del hockey y la miel de maple.

Sin embargo en un movimiento ágil de su cerebro, planea una estrategia que congela a los agentes fronterizos: no se puede ir del país porque está comprometida con su asistente Andrew. Mentira, de hecho ella lo trata peor que a un esclavo. Sin embargo él acepta la escenita con varias condiciones. Para que la farsa sea más creíble, la seudo pareja viaja a visitar a la familia de Andrew que vive en Alaska, lo cual traerá las previsibles y chuscas consecuencias.

Con una boda en planeación y un oficial de migración siguiendo cada uno de sus pasos, Andrew y Margaret harán lo posible por soportarse y quién sabe, hasta chispas podrían salir entre ellos.