Dicen

que la fe mueve montañas, pero nadie nos ha dicho qué pasa cuando tú eres esa

montaña devastada, confundida y que no sabe diferenciar la religión del

fanatismo. Hadewijch (no te preocupes por pronunciar bien el nombre) es una

cinta francesa, pausad, e intimista, que explora sutilmente la mente de una

joven novicia, Celine, quien después de ser expulsada del convento por ser

“extremadamente religiosa” -según palabra de la Madre Superiora-, tiene que

vivir como civil y lidiar con sus conflictos internos, hasta que conoce a un

par de chicos musulmanes.

La actuación de la protagonista Julie Sokolowski,

es lo mejor del fllm, y logra acaparar la pantalla con su rostro inocente y su

llanto. Tiene la capacidad de cargar sobre sus hombros (mejor dicho sobre su

mirada virginal) el peso de una cinta que tiene un par pecados. El primero es

un ritmo lento, donde la acción narrativa tarda siglos en arrancar. El inicio

de la cinta son viñetas reiterativas de las actividades de la protagonista

dentro de  escenas que duran

demasiado. El otro: los personajes secundarios: no tienen una fuerza

histriónica, pero el director insiste en darles protagonismo. Sí, Hadewijch es

la típica cinta francesa que debes de ver para presumir con tus amigos

“intelectuales”.