Por Oswaldo Betancourt Lozano

Will Smith se recupera luego de esa fea caída que tuvo a lado de su hijo en Después de la Tierra (2013) y su paso prácticamente inadvertido en Cuento de Invierno (2014).

Nicky (Smith) es parte de un equipo de estafadores a pequeña y gran escala. Cuando conoce a Jess (Margot Robbie) la convierte en su aprendiz y, tal vez, algo más; pero tras dar un golpe importante él la deja abruptamente. Tres años después se reencuentran, Nicky está a punto de dar su golpe final y la presencia de ella va a complicar las cosas.

Nicky es un personaje completo, no es totalmente bueno, tampoco es cien por ciento malo, tiene matices que lo hacen complejo y Will Smith supo darle la intención adecuada a cada parte. El papel de Margot es más sencillo, comienza como la chica linda que quiere ser una parte de este grupo de criminales, pero al mismo tiempo es la tentación y el desequilibrio del protagonista (cuando la veas en la pantalla entenderás por qué). Los dos funcionan muy bien juntos, con ellos ríes, te pones nervioso y hasta sufres, tienen química de sobra.

El esqueleto de la película se divide en dos estafas principales. La primera muestra a grandes rasgos el modus operandi de la organización criminal, tanto el éxito de delitos menores como los riesgos de sus planes más ambiciosos.

La segunda mitad retoma un poco de esto, sin caer en repeticiones, en todo caso lo lleva al límite. También muestra a un Nicky sin el mismo nivel de control de la estafa anterior, y de paso descubre que alguien más puede jugar como él.

Hacer una película de este tipo requiere cierto ingenio,Glenn Ficarra y John Requa supieron darle forma a este proyecto sin caer en clichés, el par dirige y también está detrás del guion. Es muy difícil que descubras cómo terminará la película, todo está perfectamente planeado para mantenerte en incertidumbre hasta el final, con más de un giro inesperado de por medio.

Dos cosas más por señalar son la música, que ayuda a crear esa atmósfera seductiva, y los momentos cómicos de Adrián Martínez, que le dan un respiro a la historia.