Por Carlos Arias

Se trata de todo un género. Los amores otoñales, la búsqueda de la felicidad y la capacidad para perseguir los sueños a pesar de los años. Esta vez los protagonistas son Shirley MacLaine y Christopher Plummer, dos veteranos de la vida que se encuentran y viven una relación que le demuestra al mundo que nunca es tarde para el amor.

La película es Elsa y Fred (2014), “remake” de una cinta argentina del mismo nombre, dirigida en 2005 por Marcos Carnevale, con la actriz uruguaya China Zorrilla, recientemente fallecida, en el rol titular.

La historia tiene un aire nostálgico que se repite en toda la película y que desde el título recuerda a la felliniana Ginger y Fred (1986), aquella pareja de veteranos que intentaban por última vez en su vida bailar juntos en un show de televisión. En este caso también se trata de un deseo romántico que cumple en los últimos años de la vida. El sueño de ella es visitar la famosa fuente de Trevi, en Roma, el lugar donde se ambientaba una de las escenas de La dolce vita (1960), de Federico Fellini.

¿Más cursi? Sí, sobre todo porque el director es el británico Michael Radford, director de Il postino/El cartero (1994), una película que en su momento fue un “hit” de las lágrimas y de lo romántico.

Elsa y Fred vale sobre todo por la presencia de Shirley MacLaine, cuya brillante filmografía a lo largo de cinco décadas la ponen más allá del bien y del mal.

Mac Laine hace el papel de Elsa, una mujer cuya fantasía de toda la vida ha sido meterse con un elegante vestido de noche a la fuente de Trevi, como el personaje de Anita Ekberg en La dolce vita. Su único problema es que no podrá hacerlo con Marcello Mastroianni, como en aquella escena, aunque cuenta con Fred (Plummer), un hombre mayor a quien su familia lo cree incapaz de valerse por sí solo pero que consigue rehacer su vida. Ambos se conocen cuando Fred se muda a un departamento contiguo al de Elsa, en la ciudad de Nueva Orleáns. Por supuesto, no es un spoiler decir que Mac Laine, a sus 74 años, hará la famosa escena en la fuente, como un homenaje a Fellini.

Como dato anecdótico, en el elenco figura actor mexicano Jaime Camil, en el papel de un mesero del restaurante el que acude la pareja protagónica.