En la noche del 13 de julio de 2002, los hermanos Marco y Marcel Schönfeld, junto a su amigo Sebastian Fink, golpearon y asesinaron a Marinus Schöberl, de 16 años. Basado en investigaciones detalladas, Andres Veiel escribió una obra de teatro sobre el caso y después la convirtió en película. Con una vieja nave industrial berlinesa como escenario, los diferentes papeles fueron adoptados por sólo dos actores, con alteraciones de luces y diferentes emplazamientos de cámara que logran transformar el lugar.