–PorOswaldo Betancourt L.@rockswaldo

James Wan no es el primero ni el único en retomar un caso de Ed y Lorraine Warren, pero probablemente recordamos con más facilidad su trabajo porque domina plenamente el género.

El caso Einfield es uno de los más populares en cuestión paranormal, pues contó con una documentación importante que daba testimonio de la posesión de Janet Hodgson por un demonio tan poderoso que logra bloquear las habilidades de Lorraine, lo cual hace que la pareja se vea superada.

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Esto hace más atractiva la historia, así como el hecho de ver una faceta más personal de los Warren, quienes reciben una amenaza dentro de su entorno familiar y por tal motivo se vuelven vulnerables a lo largo de las casi dos horas y media (un poco larga, pero no le sobran minutos).

Si te gustan las películas que espantan y quieres que te hagan gritar, ésta lo logra, pero sin llegar al nivel de la cinta anterior que tenía este campo mejor pensado. Si bien Wan recurre al susto fácil en muchas ocasiones, también se toma su tiempo para utilizar de manera adecuada el suspenso en ciertos momentos.

Uno de los mejores elementos del director es su magnífica propuesta visual,que puede ser discreta pero no por eso pasa desapercibida, pues elige los mejores encuadres y transiciones para contar la historia. Wan sabe jugar con los recursos tanto técnicos como narrativos para hacer una película con un buen acabado, mas no perfecta – el maquillaje es de los elementos menos afortunado.

La cinta cumple si sólo buscas pasar un buen rato, pero si eres de los que se ponenexigentes con el géneropodría quedarte a deber.