–Por Oswaldo Betancourt L. @rockswaldo

Por azares del destino, el video de Samara llega a un profesor universitario que comienza a estudiar la cinta y, tras ver por sí mismo el material, usa a sus estudiantes para estudiarlo. La situación cambia cuando la novia de uno de ellos se involucra para salvarlo y surge un nuevo video.

En sí, la película tiene una propuesta interesante, primero con la exploración del origen de Samara, se cuenta de dónde proviene y cómo comienza su historia, esto con la intención de, al final (y tal vez más adelante, en otra entrega), llevar al personaje más allá.

Muy lamentablemente la franquicia, como muchas otras, sufrió una prolongación dolorosa e innecesaria. El horror es nulo, el español F. Javier Gutiérrez no maneja las más sencillas tácticas del género para provocar susto alguno a lo largo de los tediosos 103 minutos. Pasan desapercibidos los efectos, el maquillaje y el sonido (elemento tan importante en este tipo de producción). En resumen, las emociones son más bien insípidas mientras que varios momentos se sienten desaprovechados

Los personajes carecen de carisma, en algunos casos no se da a conocer mucho sobre ellos, no se formula un vínculo con ellos y por tal motivo a uno le da igual si viven o mueren. En resumen, decepciona y no cumple en su propósito principal de asustar.