Por Pável M. Gaona

Cuando Dragon Ball Z: la batalla de los Dioses llegó a las pantallas mexicanas tuvo un recibimiento tibio por parte del público. Los fans esperaban mucho de la película y no tardaron en manifestar su desencanto cuando en la trama encontraron mucho humor y muy poca acción, que es lo mínimo que podían exigirle a un proyecto alrededor del que había tantas expectativas y que encima tenía las palabras “batalla” y “dioses” en su título.

Para corregir esto, en la siguiente entrega cinematográfica de Akira Toriyama y para beneplácito de los fans, sí vemos muchas más escenas de acción y de combate. Por supuesto no ha quedado de lado el humor que caracteriza a Dragon Ball, pero no es el asunto medular de la historia.

Esta historia se ubica luego de que Bills le perdonara la vida a los terrestres y no destruyera el planeta, pues en él encontró algo que lo dejó gratamente complacido: comida deliciosa. Él se retira junto con Whis, su entrenador (y a la vez asistente) a su planeta de origen, pues su naturaleza dormilona exige reposo periódico.

Mientras Gokú y Vegeta se encuentran entrenando con Whis para despertar al máximo sus nuevas capacidades de pelea, Sorbet y Togoma, miembros del ejército de Freezer, deciden poner en marcha una idea que pondrá en peligro al planeta Tierra: revivir a su antiguo amo, para lo que se sirven de las esferas del dragón e invocan a Shen Long.

Freezer vuelve a la vida y cuando se entera de que Gokú ha incrementado considerablemente su poder, decide hacer lo mismo. Para vengarse de él se somete a un arduo entrenamiento que lo llevará a encontrará una nueva evolución que pondrá en severos problemas a la Tierra, a Gokú, a Vegeta y todos los Guerreros Z.

¿Qué peros le ponemos a esta nueva entrega? Es un poco de “pan con lo mismo”. Sí hay más escenas de acción, pero parece que Toriyama cedió a las presiones de Toei para continuar con una historia que ya había dado de sí y si iba a hacerlo, bien pudo haber introducido nuevos villanos. También parece que quisieron “ir a la segura” para asegurar la taquilla y evitar otro fracaso como el de la cinta anterior, apelando a la nostalgia de los viejos fans con un antagonista ya conocido por todos.

Es también una historia demasiado autorreferencial. Si no eres fan de la saga, te recomendamos que veas otra cosa porque entenderás muy poco y con mucha seguridad te vas a aburrir. ¿Qué rescatamos? En efecto hay más escenas de peleas y menos paja, la animación no desmerece y el trabajo de doblaje rescata TODAS las voces originales, lo cual es un gran regalo para quienes crecimos con Dragon Ball. Toma en cuenta que, al menos en México, todas las copias que verás en cine son dobladas.

El plus: podrás ver a Jaco, el Patrullero Galáctico, otra creación de Akira Toriyama interactuando con los Guerreros Z.