Nada dice terror, como ver a un niño como ente satánico. Uy, qué mello. Emily Jenkins es una consagrada trabajadora social especializada en problemas familiares que ha visto todo tipo de horrores domésticos, mentiras, negligencia y abuso. Eso es hasta que le asignan el Caso 39: el expediente de Lillith Sullivan una niña de 10 años de edad, cuya familia perturbadora y hermética deja a Emily conmocionada y preocupada.

Cuando los padres de Lillith tratan de hacerle daño a su hija única en un ritual nocturno, Emily interviene. Desconsolada por la soledad e inocencia de Lillith, Emily decide hacer algo que nunca antes consintió hacer: involucrarse íntimamente. Con la esperanza de ayudar a la retraída niña, Emily le ofrece a Lillith un hogar cariñoso y feliz hasta que encuentre una familia adoptiva. Y es entonces cuando el verdadero terror comienza.