Por Carlos Arias

Una comedia ambientada en la Riviera Maya, con turistas, chapuzones, bikinis, ecología, cenotes y bellezas naturales. Se trata de una comedia romántica que desde su concepción se presenta como ligera y sin complicaciones. La protagonista es una guapa y atrevida guía de turistas, Nicté (Sandra Echeverría), que renuncia a su trabajo por la llegada de una transnacional que adquiere la empresa en la que trabaja, y que pretende destruir los manglares para construir un complejo hotelero. Molesta por la destrucción ambiental, ella intenta levantar su propio emprendimiento de ecoturismo y al mismo tiempo conoce inesperadamente al “niño” del cual se enamora, Cristóbal (Osvaldo de León), un despistado citadino que resulta ser nada menos que el heredero de la transnacional hotelera, sus enemigos a muerte.

Es la ópera prima de Christopher Hool, que se ajusta a los moldes del género: chica conoce chico, se enamoran, pelean y se reconcilian, con una galería de personajes consabidos, las chicas malas que quieren apartar a la pareja y el amigo fiel de ella (Héctor Jiménez).

La opción de una comedia ligera como ésta, que a primera vista parece una mera fórmula, tiene sus riesgos. Entre ellos se encuentra la obligación de hacer reír con algo de ingenio que vaya más allá de lo televisivo. Lo paradójico del cine actual es que los albures y los chistes subidos de tono se ven en televisión, pero jamás se admitirían en una cinta familiar como ésta, que por supuesto no los tiene.

El debutante Hool ya había probado el género como productor con Cansada de besar sapos (2006), de Jorge Colón, y Te presento a Laura (2010), de Fez Noriega, escrita por Martha Higareda. La apuesta en estas películas es que si el público disfruta de la comedia de enredos amorosos en el cine estadounidense, con mayor razón debería hacerlo en el cine nacional, que habla el mismo idioma y que reemplaza a Manhattan por las playas del Sureste.

Por supuesto, la película no rompe con el tono que se espera, e incluso cumple con volverse una especie de aviso comercial turístico sobre bellezas naturales y respeto al medio ambiente en la Riviera Maya.

Como demostración de que la comedia romántica es uno de los géneros más exitosos en taquilla en el cine nacional actual, este mismo año la actriz Martha Higareda estrenó una película de tema similar, de amores graciosos y sin complicaciones, Cásese quien pueda (2014), dirigida por Marco Polo Constandse. Cambio de ruta no es pues la primera en usar los giros del género… y en vista del éxito, seguro no será la última.