Por Carlos Arias

Una adaptación del best seller escrito por John Green, que cuenta la historia de amor entre dos adolescentes en un trance que cambia sus vidas. El libro es “literatura teen” que en lugar brujos, vampiros o extraterrestres enamorados, pone en primer plano a chicos enfermos de cáncer, que luchan contra la enfermedad con el mismo heroísmo con que lo hacen los protagonistas de las historias fantásticas.

La versión fílmica toma el mismo título del libro: Bajo la misma estrella (The fault in our stars, EU, 2014), dirigida por Josh Boone, quien después de su ópera prima Un lugar para el amor (Stuck in love, 2012), parece haberse convertido en especialista en historias de amor y drama juveniles.

La película narra el encuentro entre Hazel (Shailene Woodley), una chica de 16 años con cáncer de tiroides que está todo el tiempo con un tanque de oxígeno, y Gus (Ansel Elgort), un ex estrella de baloncesto de su secundaria que perdió una pierna a causa de un sarcoma.

Ambos desarrollan una relación, aunque ella no quiere que su vínculo sea de amor, para evitar el sufrimiento cuando muera. Su objetivo es viajar a Amsterdam para encontrarse con un misterioso escritor llamado Peter Van Houten (Willem Dafoe), a quien ambos admiran por su libro titulado “Un dolor imperial”. Una vez en ese puerto de Holanda, Gus tendrá duras noticias para darle a Hazel.

Tal como la novela está narrada en primera persona por la protagonista, la película utiliza el relato en off de Hazel para presentar el relato con la combinación entre ironías y cuestionamientos juveniles que convirtieron al libro en un éxito entre los lectores adolescentes.

La película debe enfrentar el prejuicio existente contra las “películas de amor entre enfermos terminales”, todo un género que floreció entre los 70 y los 90. Cintas que buscaban (y conseguían) ganar el Oscar con una mezcla de conmiseración, drama y ejemplos de vida.

Esta vez la película busca romper con esa línea narrativa a través de algunas dosis de humor y peripecias juveniles, que llevan a la historia por un rumbo donde lo más importante no son las enfermedades sino los personajes por sí solos. Gran parte del éxito del libro estuvo justamente en poner a la enfermedad terminal en segundo plano y lanzar a ambos personajes a un viaje cargado de altibajos, donde los sucesos íntimos y dolorosos se alternan con las aventuras.

Bajo la misma estrella parece sumarse a una corriente que pone de regreso a los chicos con enfermedades discapacitantes y sus amores. Así llegará, de este mismo año, If I stay (2014), con Chloe Grace Moretz como una chica que queda en estado de coma después de un accidente.