Por Adrián Zacapa Venegas

El éxito de una comedia romántica está en su capacidad de hacernos creer que, la historia que nos cuenta nos puede siceder a cualquiera de nosotros y, al mismo tiempo, convencernos con una trama distinta a la desgastada formula chico conoce chica, se enamoran, se pelean y se reconcilian. Desde el inicio, Amigos con beneficios nos promete que ésta no será una chick flick convencional y en efecto ofrece elementos para pensar que no lo será.

Dylan (Justin Timberlake) es un diseñador gráfico que vive en Los Ángeles y viaja a Nueva York para una hacer una entrevista de trabajo que consiguió por medio de Jamie (Mila Kunis) una caza talentos que le ha prometido el puesto de editor de arte de una famosa revista. Dylan, en una ciudad donde no conoce a nadie, pasa la mayoría de su tiempo libre con Jamie, hablando de sus fracasos amorosos hasta que deciden llegar a un acuerdo: tendrán sexo sin compromiso y sin la promesa de un noviazgo.

Si creen haber visto una historia similar están en lo correcto, ésta es la misma trama de Amigos con derchos, la cinta que se estrenó a principios de este año con Ashton Kutcher y Natalie Portman. ¿Cómo es entonces que, la de Timberlake-Kunis, promete una historia diferente?

El sexo sin citas, sin compartir amigos y sin compromisos emocionales parece funcionar hasta que… ¡adivinaron! Surgen sentimientos entre los dos.

Llena de referencias a la cultura pop, Amigos con beneficios se sirve de clichés como la rivalidad entre angelinos y neoyorkinos y nos muestra postales donde se idealiza a la Gran Manzana (incluyendo una versión tecno de la canción New York, New York en Times Square) de la misma forma que Woody Allen lo ha hecho durante casi en toda su carrera. Claro, sin la sutileza ni el tacto para hablar sobre las relaciones de pareja que caracterizan al realizador de los anteojos.

La fuerza de la cinta está en el reparto: Mila Kunis tiene un gran carisma y frescura que otras actrices de comedias románticas no poseen. Justin Timberlake se empeña en que lo veamos como un actor serio, cosa que no sucederá hasta que interprete un personaje que le exija salir de su zona de confort; sin embargo, la película tiene suficientes tomas de su trasero desnudo como para que valga la pena el precio del boleto. Los papeles secundarios son los que ofrecen los mejores momentos: Patricia Clarkson como la madre liberal de Jamie, Richard Jenkins como el padre de Dylan y Woody Harrelson como el editor de deportes de la revista donde trabaja.

Sin embargo, a pesar de todas las veces en las que los personajes rechazan los clichés de las comedias románticas, Amigos con beneficios, termina por caer en muchos de ellos. Conforme avanza la cinta adivinamos como va a terminar y no podemos evitar sentirnos desilusionados porque lo hará como cualquier otra comedia romántica. Aunque muy en el fondo sabemos que es nuestra culpa por pensar que no sería una cinta convencional y que cumpliría su promesa; al igual que el personaje del novio en todas las cintas de este estilo.