55 Muestra Internacional de Cine: La vida de Adele

Adele (Adèle Exarchopoulos) es una adolescente de 15 años que experimenta la agitada vida emocional de su edad. Nunca se ha cuestionado el salir con hombres, hasta que conoce a Emma (Léa Seydoux), una estudiante de bellas artes, mayor que ella, quien se muestra interesada y atenta con Adele. Entonces inicia un romance que va incrementando paulatinamente en intensidad y compromiso, a la vez que éste es observado con recelo por compañeros y familiares. Adele y Emma maduran juntas, adquieren roles y responsabilidades de adultas, así como prueban los dolores y decepciones del amor.

Una soberbia película dramática de Abdellatif Kechiche, ganadora de la palma de oro, tanto para el director como para las actrices. Al margen del tema lésbico, Kechiche construye una historia con gran fuerza, emotiva, centrada en la intensidad, conflictos y turbación de la adolescencia. Adele parece que vive enteramente la crisis de identidad y confusión, de la que hablaba el psicólogo Erik Erikson, al referirse a la adolescencia.

Con gran talento Kechiche, y las extraordinarias interpretaciones de las protagonistas, logran que el espectador acompañe a Adele en su abrumador tránsito por la adolescencia. La vemos protestando, alegre y enérgica, en marchas estudiantiles; la observamos ansiosa tratando de sobrellevar los embates intelectuales, sociales y emocionales de la preparatoria; notamos sus intentos por lograr una identidad a través de una imagen misteriosa, desaliñada y fumando constantemente; apreciamos su semblante cansado, pensativo, confundido y distante cuando se siente rechazada.

También acompañamos a Adele en su andar por el camino del primer amor. El uso del primer plano, los escenarios, los diálogos íntimos y cercanos entre Adele y Emma, generan la sensación de estar presenciando el nacimiento genuino de un amor. Las vemos platicando, dudosas, pero emocionadas, en su primer encuentro en el bar; en unas extraordinarias y bellísimas escenas en un parque, observamos cómo se va construyendo el conocimiento sobre la otra persona, cómo surge el interés, la empatía, el cariño; en una explícitas escenas eróticas, se puede observar la impresionante compatibilidad sexual entre dos mujeres jóvenes, y se sugiere, de forma espléndida, el arribo al punto más alto del romance que se gestó de forma inocente y cariñosa.

De igual forma, en la recta final del recorrido, somos testigos del surgimiento de las inseguridades, los celos, los reclamos y los engaños, inherentes a toda relación. Nos damos cuenta del dolor, enojo y decepción que una amada puede provocar en otra. Vivimos junto con ellas la angustia, el desasosiego, casi escuchamos que se preguntan ¿no se supone que debería ser bueno? ¿no se supone que debe ser eterno?

La vida de Adele, un película profunda sobre el amor y la adolescencia. Una película que sube al espectador al tren emocional de las protagonistas. Una historia donde el sexo corona la armonía de un amor celosamente construido. Una película que expone las emociones y conflictos humanos de una forma tan directa, sin concesiones, que se vuelve evidente que la historia puede ser sobre cualquiera de nosotros, independientemente de las preferencias sexuales.

Ficha técnica

Funciones