Los fans de la estrella del Tex-mex detallan las cosas que faltaron a Selena: la serie.

El fin de semana pasado Selena: la serie fue el foco de la conversación. Sin embargo, ese foco no iluminó en la dirección que miles de usuarios y fans se imaginaban.

La serie más esperada de este mes se quedó lejos de las expectativas que había generado. La desilusión se desbordó: ¿dónde y por qué la cantante no andaba por la vida con su famoso traje morado lleno de brillos que arrasaba los escenarios con su voz y baile inconfundibles?

Y, de cierta manera, es verdad. Esa mujer poderosa, la llamada reina del Tex-Mex que tantas alegrías le dio a México y a la comunidad latina de Estados Unidos, se perdieron en la primera temporada de esta trama contada desde el punto de vista de su papá: Abraham Quintanilla.

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En 10 cosas que le faltaron a Selena: la serie (según los fans)

Antes de que continúes con la lectura de esta nota, te advertimos que contiene spoilers. Bueno, lo que consideres spoiler dado que la vida de Selena no es novedad, sin embargo el tratamiento de algunos temas en esta nueva producción sí.

Sobre advertencia no hay engaño.

1. Abraham Quintanilla, el héroe

Al final de la serie, que consta de nueve capítulos de aproximadamente 40 minutos de duración cada uno, te das cuenta de que es la historia del papá; de cómo él llevó a Selena y los Dinos a la fama.

Del amor que le tenía a su familia, de tragarse su orgullo con tal de alimentar a su familia; de su carrera militar y cómo su sueño más preciado, convertirse en músico famoso. ¿Si es una serie de Selena dónde están sus momentos clave?

Esto no sucedió, pero al final, la vida le dio la oportunidad de ser alguien del medio mediante sus hijos. En fin, Abraham es el ejemplo a seguir.

2. La voz de la mamá

Marcella Samora es la figura clásica de la mamá de los 80 y 90. Educada, amorosa, dedicada a la familia, relajada y lo opuesto al padre. En Selena: la serie, la madre de tres, muestra todos estos aspectos.

Si bien es la voz de la razón de Abraham, cuando son cuestiones de trabajo, ella aparece como un personaje que solo cuida y halaga a sus hijos. ¿En qué momento comparte la pasión de Selena por el canto y la impulsa con sus sueños en la moda? Nos faltó ver eso.

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3. ¿Cómo componía A.B. Quintanilla?

En Selena: la serie quedó claro que el “mero, mero” de la familia para componer era A.B. Quintanilla. Sin embargo, parece que cada que escuchaba una palabra que lo inspiraba para crear una canción era por obra del viento de la Rosa de Guadalupe.

Ejemplo uno: escuchó la palabra “carcacha” y, ¡pum! Mágicamente apareció el hitazo que lleva el mismo nombre.

Ejemplo dos: “flor”, y ya. Una de las canciones más conocidas de Selena y los Dinos, surgió. Así de sencillo. Nunca, de los nuncas, escuchamos o vemos un número musical de estos hits. Aunque escuchamos rolas que no conocíamos derl grupo, una actuación de “Como la flor” hubiera estado bien.

Jamás se vio cómo era el proceso creativo para componer o cómo fue que él aprendió a hablar español (fluido) y escribir en el mismo idioma.

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4. Selena, “I don’t know her”

Se entiende que la serie narra cómo fue que Selena se convirtió en el ícono que es hasta nuestros días, pero el sabor que dejó la serie es que era; una niña, adolescente y, luego, mujer débil y temerosa de su familia; destruyendo el mito, la leyenda, la imagen de la poderosa cantante.

La retratan como una joven sin voz, “prisionera” de su familia. No vemos los grandes momentos de asenso en su carrera que la cinta del 97 nos dejó: “Lo que sea por Selina, ese”.

Y no, definitivamente esa no es la Selena cuya carrera e inesperada muerte marcó a los fans.

5. Pobrecita

Y ya que estamos en ese tema, ¿no te dio pena saber que no tenía amigos, que no podía ir al cine porque su padre le decía que no a casi todo, así como el control que también ejercían sus hermanos sobre ella?

Culparla por enamorarse y meterle el miedo de que el grupo se iba a desintegrar por lo mismo… ¡y súmale el constante “papá se va a enojar”, de Suzette y A.B.

La retratan como una “pobre niña famosa”, sin carácter, miedosa e insegura de la vida. Nunca vemos sus momentos divertidos o travesuras de juventud, esa libertad por la que tantos “amaban su alma”.

6. ¿Y la moda?

Otro sueño que quería cumplir Selena era tener una boutique y vender ropa para las mujeres de todo tipo -que sí la tuvo, pero… Yolanda Saldivar-.

En fin, en la serie sí hablan del interés de la joven cantante por la moda y el sueño de convertirse en diseñadora, pero en el ajetreo de las giras, parece que ella y Suzette estaban obligadas a diseñar los vestuarios por dos razones: como hobbie, dos: para ahorrar dinero.

Aunque en algunas escenas se ve a Selena diseñando y dibujando en cuadernos, si no conocieras su historia o no hubieras visto la película que protagonizó Jennifer Lopez en 1997, jurarías que solo dibujaba para evitar el aburrimiento o desconectarse de la realidad.

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7. ¿El negocio está en el español?

Selena, siendo nieta de una mexicana migrante, no hablaba español, ya que no tenía necesidad de comunicarse con su familia a través de esta segunda lengua porque como bien lo dice en el auto “I’m american”.

Esto cambia radicalmente, cuando Abraham se da cuenta de que el dinero estaba en el mercado de compatriotas que hablan español y la nostalgia por lo mexicano pega en el corazón. Pega duro.

Ahí es cuando surge la urgencia porque sus estrellas, A.B. y Selena lo dominen. Entonces, ¿les enseñó español para preservar sus raíces mexicanas o por money money?

8. “Why are you so obsessed con el inglés?”

Lo descrito en el punto anterior nos lleva a este dilema y pregunta: ¿realmente Selena estaba tan obsesionada con el dichoso álbum en inglés que no se daba cuenta del poder que tenía en el mercado latino/mexicano?

Se entiende que esa era su lengua materna, que creció escuchando a Tina Turner o Madonna y que soñaba en ser como sus estrellas, pero la serie nos deja la sensación de que lo único que le importaba era grabar el disco para el público anglosajón. Pues, parece, que los éxitos en español no la llenaba.

¿Ambición? Seguro, pero… ¿desprecio? He ahí la pregunta. ¿Significó para ella “Como la flor” tanto como para las generaciones pasadas, presentes y, esperemos, futuras?

9. ¿Es normal “odiar” a todos?

El sentimiento de una Selena insegura, con un constante miedo a su papá y el deseo de obtener su aprobación, hizo que se odiara más a Abraham -en la ficción-.

Pero por si eso no fuera poco, el que Suzette y A.B. la culparan por un posible enojo de parte de su padre y rompimiento de la banda por enamorarse de Chris -uno de los pocos hombres que ha visto en su vida- no habla de otra cosa más que de violencia doméstica. Y sí, muy los 90, pero la presión a la que sometían a una joven de menos de 20 años no era sana.

10. ¿Y el dinero?

En la escena donde Abraham se encuentra hablando con su familia sobre los contratos y las disqueras que los quieren, Suzette le pregunta a su padre si le pagarán bien.

Abraham le contesta: “¿por qué estás tan obsesionada con el dinero?”.

Entonces, ¿Quintanilla le pagaba a sus hijos? ¿Les daba una mesada? ¿Por eso Selena tenía miedo de comprar un convertible rojo a pesar de que, gracias a ella, estaba entrando dinero a su casa?

Preguntas que tal vez no tengan respuesta (o no quieran responderlas a los fans), pero nos dejan con la duda.

Bonus: Abraham Quintanilla no es Luisito Rey. Ni de chiste. Es más, no hay punto de comparación. Luisito Rey se convirtió en el villano perfecto, Abraham, no tanto.

Todavía quedan muchos episodios de la vida de Selena que queremos ver como su llegada a Monterrey, su boda con Chris, Yolanda Saldívar y su sueño de grabar en inglés.

Esto, esperamos, llegará en la segunda temporada. Porque, efectivamente, habrá una continuación, según nos confesaron las directoras de la serie en esta entrevista.

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