El 25 de marzo de 1911 una tragedia hizo avanzar —al costo más alto— el reconocimiento de los derechos de la mujer. En media hora un incendio acabó con la vida de 123 trabajadoras de la fábrica Triangle Shirtwaist, la más joven de 14 y la mayor de 43, quienes no hablaban inglés.

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, conmemora la fecha en que las trabajadoras de las fábricas textiles de Nueva York se manifestaron por primera vez en 1857 para exigir la igualdad salarial con sus compañeros. Aunque la ignominia en el edificio Asch se evoca en las marchas del orbe entero.

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“Al marchar, innumerables mujeres muertas proclaman a través de nuestro canto su antiguo clamor por el pan… Al marchar, traemos días mejores. El levantamiento de las mujeres significa el levantamiento de la especie (humana)”, es el clamor que año con año se escucha en las calles.

En la jornada de hoy viven los espíritus de esas 123 mujeres y de otras miles que entregaron su vida por los derechos de sus pares o a quienes los gobiernos y la sociedad les ha fallado en protegerlas al permitir que los feminicidios queden impunes.

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Mabel Cadena y Ester Expósito alzan la voz

Como reza Vivir Quintana en su “Canción sin miedo”, el clamor de las “compas en Reforma” hoy es el mismo que desde el siglo XIX: “¡Nos queremos vivas!” y a la exigencia se sumaron Mabel Cadena y Ester Expósito, quienes afirmaron que hay avances, pero aún falta mucho por hacer.

“Han habido cambios importantísimos, en cuanto a la industria y la actuación, justamente en nuestra serie (Bandidos) podemos ver a tres mujeres poderosas, y no solo en el sentido de que están empoderadas, sino que son resilientes, que frente a la adversidad se puede descubrir su belleza y su poder.

“Y tienen un rol importante en la narrativa de la historia y eso es algo que les ha tomado a muchas generaciones ganar en nuestra industria, aunque aún tenemos un montón de trabajo por delante. Siendo hoy el 8M, se vuelve indispensable hacer una reflexión de todo lo que nos falta por avanzar”, aseguró Cadena.

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En la entrevista con Chilango, Mabel aseguró que esta lucha es de todxs, con una labor compartida para alcanzar los ideales de equidad. “Hombres y mujeres juntos en el camino de la reconstrucción de lo que representan nuestros roles y nuestros géneros”.

Por su parte, Ester consideró que en la industria del entretenimiento se le da más lugar y se reconocen los méritos de las mujeres que se han desarrollado en todos los ámbitos; directoras, guionistas, fotógrafas, escenógrafas… “pero hay que seguir ahí, no relajarse”.

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Expósito considera que este 2024 los aprendizajes de toda la lucha están más claros. “Hemos entendido lo que es la sororidad, empezamos a aplicarla realmente y entender que no debemos competir, sino estar unidas para que esto funcione. Hago un llamamiento a los hombres.

“Hay muchos que, por supuesto, son aliados, conscientes de lo importante que es el feminismo y el movimiento, lo apoyan desde su lugar y de la forma que pueden. Pero todavía falta mucho, hay todavía miedos y prejuicios, hay que entender, los que faltan, que es algo que no solo libera a las mujeres, también los libera a ellos”, dijo.

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De la liberación, Ester abundó en que es a todas las presiones sociales. “De tener que ser el macho alfa, que estar siempre como en un sitio de fortaleza y no permitirse ser vulnerables, creo que aunque perderían privilegios, vale la pena por ser más humanos”, detalló la española.

Las injusticias cometidas contra las mujeres deben parar, demandaron Expósito y Cadena, y el llamamiento es a “comprometerse con la causa, a ser aliados para decir: ‘¡basta a los actos de machismo!’ (…) Hablar de género es una cuestión de hombres y mujeres, no solo nuestra. Sin ustedes (hombres) no podemos”.

La admiración a otras mujeres

Mabel y Ester son dos voces de poder en la industria, quienes ponen su esfuerzo y dedicación a trabajar porque las oportunidades, los salarios y las condiciones sean las mismas sin importar el género y esa búsqueda de justicia la aprendieron de mujeres fundamentales en su vida: sus mamás y sus abuelas.

“A mi madre, mi abuela, mi hermana… encuentro inspiración en ellas, también para lo que me toca a mí cambiar, caminar, trabajar y resignificar. (Admiro) a mis compañeras, las mujeres que me rodean son inspiración, veo mi vulnerabilidad en la de ellas y aprendo de su fortaleza”, aceptó Cadena.

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Mabel consideró que se sabe reconocer en la autoestima de otras y que lo más bonito de la sororidad es “al escuchar a alguien alzar su voz, te inspira y te florece, te motiva y te llena de creatividad. Cadena sonrió feliz por saber que logra, desde su trinchera, construir un futuro mejor para sus colegas.

Para Ester su figura central también es su mamá. “La admiro por encima de todo, es mi máximo referente en la vida su filosofía, su inteligencia, lo fuerte que es. Luego también admiro a las compañeras, familiares o amigas, que me han recibido en su vida desde un lugar de sororidad, amor, sin juicios y alegrándose por mis éxitos.

“No es fácil encontrarte con gente así ni mujeres ni hombres, pero con nosotras la sociedad, lamentablemente, nos ha intentado meter en la cabeza que tenemos que competir y cuando te encuentras con mujeres que te reciben desde el apoyo y cariño incondicional, se siente como un abrazo al alma”, abundó Expósito.

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Ester y Cadena conmemoran hoy, el 8M, como mujeres de poder, con una voz que escuchan miles y que seguirán alzando para hacer el llamamiento de justicia, de equidad a partir de la unión, que haga que sea cosa del pasado tener que salir a las calles a exigir lo que es fundamental: ¡tener derechos!

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