Por Omar Morales

El disco de mejor consistencia en la carrera solista de Gustavo Cerati fue producido por el venezolano Héctor Castillo. Buenas razones tuvieron Philip Glass y Beck para asignarle la co-producción de ReWork_.

Imagino a Philip Glass sentado en su sala, frente a una chimenea, taza de té negro con un poco de leche en mano, pensando, ¿qué demonios hago para celebrar musicalmente mis 75 años? ¿Qué tal si convoco algunos músicos con imaginación equivalente a la mía para que retrabajen algunas de mis creaciones y edito un disco titulado ReWork_ Philip Glass Remixed? No suena mal…

La música de Philip Glass es un pase de abordar que en ocasiones no admite retorno. Music in twelve parts, Another look at harmony, Glassworks, Einstein on the beach, Metamorphosis… Melodías hipnóticas, frases musicales convertidas en mantras, ritmos originarios, patrones en constante repetición. El concepto “minimalismo” me parece pobre para explicar la obra de Philip Glass.

“When I hear young composers, it’s not even clear to me whether they were conservatory-trained or they were trained in bars or restaurants or pop-music venues of the big cities. It’s irrelevant”.

Philip Glass

Para la construcción de ReWork_, Glass eligió a uno de los grandes músicos de nuestro tiempo, Beck, quien fungió como curador (a favor del orden, una muestra colectiva de arte sonoro requiere de esta figura), productor (junto a Héctor Castillo) y se encargó de una de las piezas del disco. Cuando supe de este proyecto, mi primera reacción partió de la incredulidad y el rechazo, calculé que musicalmente sería un fracaso y recordé algunos ejercicios similares con resultados desastrosos. Me equivoqué, ninguna de las piezas retrabajadas decepciona. Resaltan “12 Parts, Part 1” de My great ghost, “Warda’s Whorehouse” de Amon Tobin, “Alight Spiral Snip” de Dan Deacon y “NYC 73-78” de Beck.

Rework_ es un viaje placentero que nos lleva por paisajes diversos y estremecedores. Un trabajo a base de remezclas, reconstrucciones y reinterpretaciones de la música de Philip Glass pudo ser un plomazo, pero, cual humo prohibido, Rework_ flota, se impone e impregna los ambientes donde es reproducido.