Por Omar Morales

Hay varias personas involucradas con el mundo de la música que admiro profundamente y Gilles Peterson es una de ellas. Inglés de 47 años, conductor de radio, productor y dueño de su propia casa discográfica, Gilles se caracteriza en todas sus facetas por una constante búsqueda y promoción de propuestas musicales nuevas y distintas. En 2009 Mr. Peterson hizo público su entusiasmo y predilección por el trabajo de un jovencito de apenas 21 años de nombre James Blake, motivo suficiente para que miles de oídos se posaran sobre él. Blake estudió música popular en la Universidad Goldsmith de Londres y su propuesta estética es inseparable del avance tecnológico. Casualmente dos artistas de la misma estirpe escogieron el nueve de abril para lanzar sus respectivos discos a la venta: Willy Moon (de quién ya hablamos en este espacio) y James Blake, jóvenes maestros de la autoproducción musical y virtuosos en el arte de la edición y manipulación sonoras en laptop. Estetas del siglo XXI, pues…

JAMES BLAKE – RETROGRADE from martin de thurah on Vimeo.

James Blake tiene 24 años y para su segundo disco, Overgrown, ha tenido el privilegio de contar con invitados como Brian Eno y RZA. Su debut homónimo fue incluido en buena parte de los listados con lo mejor de 2011, una mezcla de electrónica, dub, soul y R&B atrapada por una densa, oscura y melancólica red sonora. En Overgrown ha seguido la misma ruta, ampliando horizontes. El disco abre con la pieza que le da título, un juego de pianos y voces procesados electrónicamente que dan paso al latido de un dub que sostiene un bello juego de palabras: I don´t wanna be a star, but a stone on the shore, long door frame the wall, when everything´s overgrown.

Blake demuestra que sus habilidades como arreglista y compositor se han desarrollado saludablemente, las armonías y detalles sonoros de sus nuevas canciones son de mayor complejidad y riqueza. Por ejemplo los tracks 5, 6, 7 y 8 funcionan como una suite en dos movimientos, el primero con dos canciones (Retrograde y Dlm) con voz y piano como guía y una carga sensible totalmente soul; Digital Lion (colaboración con Brian Eno) y Voyeur, construidas con loops de voces y percusiones electrónicas (algunas a base de ruido), adornadas con disonancias sintéticas y un tempo que va creciendo con mucha habilidad hasta explotar en juegos rítmicos de espíritu africano, son las canciones que forman el segundo movimiento.

Con Overgrown James Blake ha mantenido la sorpresa de su primer disco, ha diversificado los estilos musicales de sus canciones y ha mejorado notablemente sus capacidades como productor y generador de canciones memorables. Pronostico que una vez más copará las listas de los mejores discos del año…