Por: Omar Morales @OmarInMorales

A Beck no le importa el purismo de género, le es indiferente la rigidez melódica y disfruta de la anarquía creativa. En 12 discos de estudio ha probado prácticamente de todo: rap, hard rock, noise, funk, pop,jazz, folk, blues, country, rock progresivo, bossa nova, soul… y buena parte de las combinaciones posibles entre sus ritmos y armonías.

De continuarporla ruta trazada hasta hoy, nodudo queBeckHansen pase a lahistoria como uno de los grandes genios de la música popular de nuestro tiempo. Una constante de susideases la capacidad de sorpresa que engendran en quien las escucha y varios de sus discos rayan la perfección (incluyendo el que ha provocado esta reseña).

La mente musical deBeckresuma imaginación y le permite ser, sin regateos, uno de los grandes sintetizadores de la historia, capaz deconjugar influencias estéticas como pocos, sometiéndolas y adaptándolas a su vasto paradigma sonoro. Aquí una muestra de lo genialmente retorcidas que pueden ser sus ideas: Beck y sus amigos del Record Club jugando a Yanni (el gigante de pelo blanco es el mexicano Abraham Laboriel)

Record Club: Yanni “Acroyali/Standing In Motion” from Beck Hansen on Vimeo.

El doceavo Lp de estudio de Beck, Morning Phase, ha generado muchas especulaciones entre fanáticos y opinantes. Una idea común que he leído y escuchado es la que califica este nuevo disco como una secuela del Sea Change que publicó en 2002, y coincido en las similitudes de forma, pero creo que son criaturas de distinta madre. Ambos fueron construidos, en su mayoría, con instrumentos acústicos, y fueron interpretados casi por los mismos músicos. Beck se reunió con al bajista Justin Meldal-Johnsen, el baterista Joey Waronker, el tecladista Roger Joseph, y el guitarrista Smokey Hormel para grabar Morning Phase(los cinco participaron en Sea Change) y los arreglos de cuerdas estuvieron a cargo de David Campbell (padre de Beck, quien también trabajó en Sea Change).

Pero mientras que Sea Change es un depresor, Morning Phase es un analgésico. El primero aflige, el segundo reconforta. Sea Change parte del dolor espiritual, fue concebido después de que Beck descubriera que su novia por nueve años le era infiel con otro músico. Morning Phase parte del físico, fue construido en el largo periodo que tardó Beck en recuperarse de una lesión en la espina dorsal. Ha comentado que incluso cantar le dolía y que por momentos le era imposible colgarse una guitarra. Así que Morning Phase no es una secuela de Sea Change, y a pesar de sus similitudes poco tienen que ver entre sí.

En una charla conNPRBeck se refiere altrack7 deMorning Phasecomo el génesis de este nuevo disco, la compuso hace cinco años y a partir de ella nacieron el resto. El nuevo trabajo de Mr. Hansen va en contra de los cánones vigentes del pop (pero a esto ya nos tiene acostumbrados), Morning Phase es un disco de letras coherentes y conmovedoras (When the memory leaves you, somewhere you can’t make it home, when the morning comes to meet you, lay me downin waking light), de arreglos concretos que evitan el barroquismo y potencian las melodías, es un disco lento y largo (casi 50 minutos en 13 tracks), pero lejos de padecer su ritmo y duración es un disco que embruja fácilmente, que provoca escucharlo repetidamente para memorizar sus estrofas y coros.

Beck es lo más parecido a George Harrison que nos queda.Morning Phasees por momentos oscuro y ansioso, pero el único adjetivo que encuentro para describirlo después de revisarlo con atención y detenimiento es: confortante. Un largo, cálido y anhelado abrazo con forma de canciones. Mis favoritas de este disco: Heart is a drum, Unforgiven y Don’t let it go.