Por: Omar Morales @OmarInMorales

Años después de la muerte de John Lennon un periodista le pidió a YokoOno que revelara el lado vulnerable de su difunto marido. Sin pensárselo demasiado la viuda describió al héroe de muchos como un hombre tímido e inseguro que envidiaba a PaulMcCartney por haber compuesto la canción más popular (que no la mejor) de los Beatles (Yesterday).

Con la imaginación suelta me atrevo a pensar que algo similar le ocurre a Madonna cuando alguien menciona el nombre de Kylie Minogue cerca de ella o escucha alguno de sus hits en la radio.

Las habilidades musicales de ambas son muy similares, es decir, prácticamente nulas. Voces débiles que apenas entonan, intérpretes que no son capaces de ejecutar un instrumento o desarrollar un mínimo trabajo armónico y compositoras que rezuman lugares comunes. La maquinaria de producción que trabaja a su alrededor es tema de otra reseña, el hecho es que ellas solas con una guitarra sobre el escenario harían el ridículo y poco más.

Pero la diferencia es que Kylie asume su condición y no pretende escapar a los estándares del cheesy pop, en cambio Madonna se arroga como la artista revolucionaria, experimental y vanguardista que no es, y aunque el éxito comercial y popularidad de la australiana son incomparables con lo que ha logrado la diva neoyorquina, todo parece indicar que Kylie Minogue llegará en mejor forma al medio siglo de vida (además, personas que las han tratado afirman que Madonna es odiosa y Kylie encantadora).

El doceavo disco de Kylie Minogue esbig studio popde producción impecable en el que la mitad de las canciones, con distinta cadencia, siguen pasos discotequeros (y sí, la culpa es de Daft Punk, ahora todas las luminarias pop irán en busca de su Get Lucky).

La calidad de grabación y mezcla de Kiss me onceson irreprochables, la programación y ejecución de los instrumentos dignas de su liga de competencia (y menos no se puede esperar de un equipo de composición y producción formado por unas 50 personas), algunostrackssumamentepegajosos yla mayoría de las letras profundamente lamentables (You look so sexy, so sexy in my head, you look so sexy, so sexy in my bed).

Las canciones que mejor se sostienen de Kiss me once son las que mayor referencia hacen a las bolas de espejo: Sexy love, I was gonna cancel, Million miles y Les sex, con guitarras funk, vocoders y campanas incluidas son las más disfrutables musicalmente hablando, y baladas como Into the blue y Kiss me once son difíciles de sobrellevar, pero el dueto con Enrique Iglesias de plano es insoportable (claro, si Minogue no canta el invitado deberá estar al nivel).

El fenómeno Kylie Minogue rebasa mi entendimiento, ¿suerte, fórmula, ángel?… no sé. Su talento musical es mínimo, su belleza no es exuberante, sus principales competidoras en esto del pop brilloso todavía tomaban mamila cuando ella tuvo su primer éxito, y sin embargo lleva 27 años de carrera, 12 discosde estudio de los que ha vendido poco más de 70 millones de copias, exitosas giras mundiales y el año pasado firmó un contrato de muchas cifras con la poderosa compañía de management y producción de Jay Z (Roc Nation). Así que preparen sus oídos porque los sencillos de la señora Minogue se escucharán sin tregua en bares y supermercados.

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