Por Omar Morales

La epidemia del pop electrónico ha contagiado a varios músicos de la llamada escena indie. Hace unos días reseñé en este espacio el nuevo disco de Ra Ra Riot, banda que cambió la mayoría de sus herramientas acústicas por máquinas y software. A pesar de su inexperiencia en esos terrenos, patente en la musicalidad de la mayoría de las canciones, de ellos aplaudí el riesgo ya que cambiaron sustancialmente su estilo de composición, cualidad que no comparten las ahora contagiadas de electropop.

En 1999 dos gemelas canadienses de 19 años llamaron la atención de muchos por el trabajo vocal y la combinación de pop, folk y rock de su disco debut Under feet like ours. La popularidad de las hermanas Quin creció rápidamente y durante 5 discos se mantuvieron del lado independiente de la industria musical, hasta que Sainthood de 2009 fue editado por Sire Records (propiedad de Warner). Tegan y Sara presentaron hace unos días su séptimo disco de estudio, Heartthrob, con el que han marcado un cambio de rumbo en cuestiones de sonoridad y lírica, aunque la estructura de las canciones sigue siendo la misma.

Sus anteriores entregas se caracterizan por la estabilidad estilística e incluso se les puede tachar de monótonas, pero en su nuevo disco las gemelas Quin relegaron guitarras, bajos y baterías en favor de sintetizadores, pads, secuenciadores y computadoras. En el caso de Ra Ra Riot el trabajo de composición tuvo buenos resultados, pero fallaron en el arte de producir un big studio pop record. En cambio el equipo de Tegan and Sara logró un disco impecable en lo que a manufactura respecta, porque los productores Greg Kurstin (Ke$ha), Mike Elizondo (Maroon 5) y Justin Meldal-Johnsen (Tori Amos) son expertos en el oficio de crear himnos pop.

Estructuralmente sus canciones siguen utilizando las mismas fórmulas, lo que sorprende en sentido negativo es la composición. Tegan y Sara tienen 33 años, pero decidieron escribir melodías típicas del pop adolescente y de forma inexplicable pasaron de las letras ligeramente irónicas a las francamente cursis y ñoñas. Como ejemplo un par de líneas de la canción How Come You Don’t Want Me: “I see you by my house walking with a different girl, I see you by my house talking with a different girl, she’s got nothing to show you…”. Sus canciones siguen siendo pegadizas, con un desempeño vocal impecable dentro del género y seguramente éxito no les faltará, pero creo que han diluido su originalidad inicial hasta volverse ordinarias. Con Heartthrob las gemelas Quin pasaron de competir con Cat Power a ser rivales de Miley Cyrus y Katy Perry.

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