Por Omar Morales

Hace 17 años (desde el Bilingual de 1996) que no escuchaba con atención e insistencia un disco de los Pet Shop Boys, y esta semana le he puesto play por lo menos en seis ocasiones a su trabajo de estudio más reciente. Electric es su doceavo Lp, el primero en 28 años que no editan con Parlophone y con el que estrenan su propia casa fonográfica, x2 (times two). Después de la sobredosis que me he recetado en días recientes con la música de este dúo inglés (es parte de mi trabajo escuchar los estrenos discográficos relevantes), concluyo que es inútil regatear su pulcritud pop.

Dentro del género (synthpop, pop electrónico, electropop, la etiqueta depende de las preferencias) son músicos consagrados y sumamente exitosos a nivel comercial con más de 50 millones de copias vendidas en 32 años de carrera. Nunca he sido (ni soy y creo que nunca seré) fanático de sus (a mi gusto) melodías cursis, y me cuesta trabajo soportar por mucho tiempo el peculiar timbre vocal de Neil Tennant, pero la calidad de composición, producción, ejecución, registro y mezcla de su nuevo disco es difícil de cuestionar, y parte de la responsabilidad es de Stuart Price, ese Rey Midas del estudio de grabación que ha trabajado con New Order, Lady Gaga, The Killers, Madonna, Gwen Stefani y un muy largo etcétera…

PET SHOP BOYS – Vocal [Official Video] from DAS BUNKER ENTERTAINMENT on Vimeo.

Pero también es inútil negar que este es un disco sólo para fanáticos. Desde su primer álbum, Please de 1986, las melodías de los Pet Shop Boys son prácticamente las mismas, sólo que ahora copian los recursos armónicos de algunos trabajos de esta década y Electric suena por momentos a David Guetta o a Daft Punk (sin que necesariamente ellos hayan copiado a su vez algunos de sus trucos electrónicos). Es un disco lleno de obviedades líricas y musicales, como esa línea que cantan con gozo en su primer sencillo: this is my kind of music, they play it all night long

Calculo que dos canciones de Electric serán un macanazo en las pistas de baile y las listas de popularidad en lo que queda del verano, Bolshy y Vocal serán reproducidas una y otra vez en estos contextos por su calidez pop, pero aun así dudo que lleguen a los niveles de It´s a sin o Domino dancing. Lo que me ha sorprendido gratamente es que después de tres décadas de hacer la misma música, los Pet Shop Boys todavía sean capaces de ponernos a bailar con un par de canciones.