Por Omar Morales

El cliché es válido: crear un obra fonográfica es equivalente a parir. Seducción, fecundación, gestación, penas y satisfacciones que resultan en un vástago por lo general ingrato y con personalidad propia que toma camino y se olvida de sus progenitores al partir. La experiencia indica que el esfuerzo es variable en cada parto y algunos pueden ser sumamente dolorosos. Hace unos días platiqué frente a frente con los integrantes de Quiero Club y puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que su tercer hijo los ha hecho sufrir. Y mucho…

Las expresiones artísticas son reflejo de las realidades que enfrentan sus creadores. El Techo es el Suelo abre con la melodía más oscura que ha creado Quiero Club, ¿qué experiencias han vivido desde el disco anterior que dieron como resultado una canción como No hay nadie?

Durante año y medio rentamos una casa en la colonia Narvarte, en la que vivíamos todos juntos y ahí acondicionamos un estudio para grabar este disco, pero resulta que esa casa está a un lado de una funeraria y enfrente de la entrada de urgencias de un hospital muy grande. Entonces, por un lado estábamos viviendo una experiencia muy relajada, grabando y componiendo o de fiesta, y de pronto nos tocaba escuchar las conversaciones de las personas que llegaban a pedir un servicio funerario o que llegaban a emergencias con un familiar herido, sirenas de ambulancias, gritos de dolor, llantos, penas, y no es que uno se malviajara como los que estaban sufriendo, pero quieras o no eso te hace recordar y sentir todo el tiempo la cercanía de la muerte…

Previo a editar este disco Quiero Club era un quinteto, pero el año pasado Gustavo Mauricio (a.k.a. Catsup, guitarrista y 50% del binomio de producción junto a Boscop Benavente) dejó el grupo. Como ya dije, el parto de este disco fue largo y doloroso…

La producción de este disco fue una de las principales razones por las que Catsup decidió salirse de la banda. Hay prioridades en la vida de cada persona y el tiempo te va cambiando. Un proceso tan largo en la producción de un disco te hace revalorar y cuestionar lo que estás haciendo y al final Gustavo, ya con El Techos es el Suelo terminado, decidió llevar su vida por otros rumbos. En ese momento nosotros cuatro nos volteamos a ver y decidimos reactivar el sueño y seguir con Quiero Club como cuarteto. No tenemos la intención de reemplazarlo e integrar a un nuevo músico, sino que hemos repartido las tareas musicales de Gustavo entre nosotros. Caminaremos con un miembro menos…

Quiero Club: Cuentos from La Suerte Divina on Vimeo.

En nueve años Quiero Club ha cambiado, la carga social en sus letras ha aumentado y “No me gusta la coke” ha dado paso a líneas como “People have their minds in money, money is the one to blame. Just go ahead and bite a coin, just go ahead and shit some gold“.

Esa transformación se dio cuando nos venimos a vivir al DF. Monterrey era como una burbuja y antes nos hacíamos más pendejos, en el norte somos apáticos y conformistas, nadie reclama nada, pero aunque te tapes los ojos se escuchan los balazos. Salimos de allá y dejamos a nuestras familias por la violencia y aquí encontramos un espacio para gritar lo que está pasando.

El Techo es el Suelo es el disco de armonías más complejas que ha creado Quiero Club, en el que ampliaron su sonoridad a base de producción artesanal: síntesis, mutación sonora a base de procesamientos electrónicos, juegos y trucos de microfonía y grabación, el paisaje sonoro de la colonia Narvarte. Es una obra multipolar que arranca con una canción densa y oscura inspirada en la muerte y el dolor, pero que de tajo da paso a la luz y los cuestionamientos metafísicos del ritmo que llega a los lugares más profundos del alma humana. Es un disco sólido y breve que, a mi gusto, cierra con una de las canciones más interesantes que, musical y líricamente, ha logrado el grupo.

No evadir la realidad, cuando la gente no quiere hablar de algo recurre al tema comodín del clima, “qué bonito día o qué calor”. Weather Talks habla de eso y además tiene una fuerte carga apocalíptica, en la letra nos referimos a un globo que vamos inflando y está a punto de reventar y ese globo es el mundo. En esta canción se reflejan los mitos del fin del mundo que nos bombardearon durante 2012. En Monterrey llegamos a tener narco-sueños y el año pasado aquí en el DF estuvo lleno de sueños apocalípticos.

El Techo es el Suelo fue producido por Gustavo Mauricio y Boscop Benavente con participación de Phil Vinall, Ernesto García y La Royale, grabado con músicos invitados como Alejandro Rosso, Raymundo Leal, Camilo Mejía y Mateo Lafontaine, entre otros. Y para cerrar la charla con Priscila, Marcela, Luis y Boscop una pregunta sinuosa: ¿cómo funciona un mundo en el que el techo es el suelo?

Pues un mundo donde siempre vuelves a empezar y estás en constante evolución. Se trata de estar subiendo de nivel, de no estancarse. Es como el episodio en el que la Pantera Rosa hacía y deshacía habitaciones, un lugar en el que nada está acabado. Cuando llegas al techo éste se convierte en el suelo y ahí vas para arriba otra vez, y otra, y otra, y otra vez…

DIAS PERFECTOS from UNHIT! VIDEOS on Vimeo.