Por: Oscar Adame @OscarAdame8

El que seguramente es el proyecto menos reconocido de Jack White, ha vuelto con su tercer disco de estudio después de un lústro. Un disco que pese a ello, fue sumamente esperado debido principalmente a la anticipación con la cual el supergrupo empezó a lanzar sus nuevas canciones; cabe recordar que desde mediados del 2013 pudimos escuchar “Open Up (Thats Enough)” y “Rough Detective”, dos de los mejores temas que la banda ha entregado, y he de decir que, todo el disco está a la altura de aquella intensa sorpresa que recibimos hace ya dos años.

La agrupación que terminan de conformar Alison Mosshart (The Kills), Dean Fertita (Queens Of The Stone Age) y Jack Lawrence (The Greenhornes y The Raconteurs) presentó su nuevo trabajo con el primer sencillo, “I Feel Love (Every Million Miles). Este tema que se construye alrededor del riff de guitarra creado por Fertita, y que recuerda bastante a lo hecho en Era Vulgaris (el famoso disco de QOTSA), es acompañado por un grito casi desesperado de Alison Mosshart que en conjunto logran crear un ambiente bastante dramático, mientras que los otros elementos, el bajo de Lawrence y la batería de White, llevan un ritmo intenso que desacelera sólo en momentos culminantes. El resultado es una canción que brilla por su potencia y por lo pegajosa que llega ser.

El disco continúa con “Bizzkill(er), una canción cuya lírica muestra la preocupación de los integrantes de la agrupación respecto a cuestionamientos religiosos. La canción construida sobre dos guitarras que parecen responderse la una a la otra con sus respectivas notas, llega a sus mejores momentos cuando se rompe el silencio y sigue un brinco que recordará bastante a las canciones más populares de Mudhoney, una comparación que jamás creí hacer.

Sigue “Let Me Through, un track que crea un descanso para el escucha, puede ser comparada en su sección rítmica al clásico de The White Stripes “The Hardest Button To Button”, aunque sin lugar a dudas no recupera ni una chispa de lo que hizo de ese tema un clásico adorado por las masas.

Las cosas se empiezan a poner densas cuando Jack White porfin toma el micrófono y suena el bajo de “Three Dollar Hat. La canción presenta jugueteos con guitarras sumamente distorcionadas que llaman la atención y que en conjunto con la elegancia de la batería crean una atmósfera psicótica, sin embargo, las cosas cambian dramáticamente cuando se rompe por completo con la armonía y el track se dispara para, al terminar, volver al mismo sitio. La canción musicalmente sigue la intensidad de lo que Jack nos cuenta sobre Jackie Lee, un asesino en serie que rapea como si estuviera dentro de una pandilla. Un track interesante que retoma y transforma por completo musica de proyectos tan distintos como Sonic Youth, Suicide y The Beastie Boys.

“Lose The Right” está construida sobre los sonidos creados con un órgano, esta es probablemente la canción más plana del disco, aunque sirve para apreciar a fondo la gran técnica que tiene Mosshart para cantar. La batería, retomada en este punto por Jack White, también luce.

El disco sigue girando mientras se introduce la segunda parte de éste con “Rough Detective”, un tema que crea un duelo intenso en las vocales entre Jack y Alisson, en realidad este duelo está disfrazado de una interrogación.

“Open Up”, por su parte, se nos presenta con un grito fuerte, seguramente para despertar del tema anterior, una canción que no aporta nada realmente interesante al disco pero que llama la atención, tanto por la atmósfera que se pudo construir en un inició dentro de ella, como por el brutal riff de guitarra que Fertita se construyó para él, un track que sonaría mucho mejor en vivo que en el disco.

“Be Still” es otra canción que inicia siendo construida por un órgano, pero que termina por romperse en elementos típicos de su garage rock. Como canción está bastante bien, es emocionante y compleja, pero se ha llegado a un punto en el disco en el cual ya está siendo un poco cansado el garage gótico de la banda.

Gracias a Jack White las cosas cambian en “Mile Markers”, una canción “rockerona” en donde, tanto vocal, como rítmicamente, White se luce por completo. El tema, además recordará por sus coros al esquema creado por Breeders.

“Cop and Go” es probablemente el tema más experimental del disco, una canción construida sobre un loop sumamente hipnótico que agrega elementos incidentales durante todo su transcurso; riffs de guitarra, elementos electrónicos, coros, campanas, etc. La canción llega a su cumbre cuando Mosshart llega a los gritos y las guitarras empiezan a distorcionarse, mostrando una vez más que una de las grandes influencias de la agrupación es Sonic Youth.

“Too Bad”, por su parte, mantiene ciertas intenciones de la pasada canción, pero con un ritmo mucho más relajado. El disco cierra con la melancólica “Impossible Winner, en donde un violín y un piano acompañan a Alison en su momento más inspirado del disco. Un gran cierre para un disco que no decepcionará a los fanáticos de ninguna de las bandas en las cuales sus integrantes lograron su fama y que además puede atraer a gente no relacionada con ellos.