Por: Oscar Adame @OscarAdame8

El shoegaze o dreampop, definido también como la escena que se celebraba a sí misma, tuvo un bajo impacto en ventas durante su época, aunque bandas como My Bloody Valentine fueran citadas como influencia de discos creados en la misma década por actos como U2 o Radiohead. Es por ello que con el paso del tiempo las cabezas del movimiento se han transformado en agrupaciones de culto, veneradas por las verdaderas almas depresivas que gustan de los feeds de guitarra rápidos y las voces indescifrables. Hoy en día estas agrupaciones que cuentan con un mayor público (gracias al internet sobretodo) han podido gozar de regresos exitosos por ello es que desde hace un par de años vivimos probablemente en la segunda era del shoegaze donde sus principales actos (My Bloody Valentine, Slowdive y Ride) han tenido regresos sorprendentes y en donde nuevas agrupaciones completamente influenciadas por el sonido de los pedales han tenido un gran éxito tanto crítico como comercial, como es el caso de Beach House.

Depression Cherry es el quinto disco del dúo integrado por Victoria Legrand y por Alex Scally, después de haber creado un sonido atmosférico en sus primeros dos discos, de haber experimentado un poco con otro tipo de sonido e instrumentación en su gran Teen Dream y de caer otra vez en la utilización de su fórmula en Bloom.

Al igual que el anterior, cae en el desagrado de aquellos fanáticos del Teen Dream debido a la ya sobreexplotación de su sonido, que además en éste disco no logra sorprender a los seguidores del shoegaze de bandas ya clásicas, que aunque nunca tuvieron un cambio fuerte en su sonido (haciendo a un lado a Slowdive), siempre crearon discos con detalles que los hacen interesantes.

El álbum creado completamente con una caja de ritmos, sintetizador, una guitarra eléctrica y la suave voz de Victoria comienza con “Levitation”, una canción suave que sigue el ritmo de un hermoso beat y de una pandereta, la voz de Legrand se siente cercana, una canción que necesita de atención por parte del escucha para ser realmente disfrutable pero que resulta en una de las joyas que nos entrega el álbum. Contrario a “Sparks”, que es el primer sencillo de éste, la canción cae en parecerse mucho, demasiado a cualquier canción del “Isn’t Anything” (1988) de My Bloody Valentine en la que la voz de Bilinda Butcher fuera audible.

“Space Song es una canción cuya base es un extraño loop que se repite a lo largo de la canción y la voz, una canción que termina sintiéndose pesada. “Beyond Love”, por el contrario, es una pieza bastante destacable en donde la gran cantidad de componentes electrónicos crean una atmósfera completamente obscura y nostálgica, el final sorprende y la letra es desgarradora de principio a fin. “1037 es una canción lenta que no propone nada interesante, una caja de ritmos, coros y Legrand cantando con su ya reconocido estribillo.

“PPP” es una canción clásica de Beach House, llena de voces siguiendo el ritmo creado por los punteos que genera una tensión bastante extraña, recuerda a las mejores composiciones del dúo. Para “Wildflower” y “Blue Bird” el disco ya empieza a sentirse como una repetición de la fórmula que tanto le ha funcionado a la banda. Son dos canciones largas que no aportan mucho al disco, contrario a la última canción del álbum: “Days Of Candy”. Triste y muy tétrica, nos entrega uno de los cantos más memorables que ha tenido el dúo entre coros que resultan en nostálgicas imágenes de invierno.

En general Depression Cherry es un álbum que contiene canciones interesantes para los seguidores de los primeros trabajos de la agrupación y para la gente que gusta de los clásicos del shoegaze. Sin embargo, también resulta por momentos irritante y bastante pesado de escuchar gracias a la sobreexplotación de su propia fórmula dentro del disco en canciones donde no hay un agregado que las convierta en piezas mínimamente interesantes.

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