Hablar del Patrick Miller es hablar de uno de los lugares más emblemáticos de la capital mexicana. Seguramente alguna vez has oído hablar de este antro, si no es que has tenido la suerte de sacar los pasos prohibidos en su pista de baile.

Los inicios de Patrick Miller

La historia de esta legendaria discoteca se remonta a los años 80, cuando Roberto Devesa, aka DJ Patrick Miller, comenzó a mezclar en las tornamesas un nuevo género musical, resultado de un mix de pop y música disco, aderezado con la tecnología de secuenciadores y sintetizadores y que sonaba a 130 o 140 bpm, llamado Hi-NRG, género que de inmediato se popularizó en la capital y que era el pan de cada fin de semana para lxs feligresxs que asistían a esta misa nocturna de movimientos paganos y éxtasis divino.

En sus inicios, las noches de Patrick Miller se vivían en el número 8 de Filomeno Mata, en el famoso Club de Periodistas. Sin embargo, en 1993 tras un problema del que nadie habla, el señor Devesa y sus mágicas noches se mudaron al número 17 de la calle Mérida, en la colonia Roma, lugar que desde entonces ha sido testigo de alucinantes momentos.

Precisamente en ese constante deseo de hacer bailar a la Ciudad de México radica la grandeza del Patrick Miller, que incluso tras verse forzado a cerrar sus puertas por dos años debido a la pandemia vuelve a renacer, y lo que parecía una muerte inminente se transformó en una renovada resurrección, pues este 2022 sigue siendo un spot eterno de la noche capitalina.

Pero es imperativo hablar también de lo que este lugar representa no solo para esta capital, sino para varias generaciones que se han rendido a la experiencia de mover el cuerpo al ritmo que marca el tempo del Hi-NRG.

En el Patrick Miller las generaciones se hacen una

Yo, una millennial en toda la extensión de la palabra, fui al Patrick Miller por primera vez cuando tenía 25 años. Por supuesto que desde antes sabía de su existencia. Es más, no me parecía del todo desconocido, porque, curiosamente, a finales de los 80 y principios de los 90 mi padre vivía el sueño de ser DJ. ¿Y qué mezclaba? Hi-NRG, por supuesto. La música y el ambiente me parecían bastante familiares, pero también me resultaba emocionante pisar esa misma pista de baile en la que años antes mi padre y tíos fueron protagonistas.

Graffiti, rayos láser y una pantalla gigante que toda la noche proyecta videos es todo lo que necesita como decoración esta legendaria discoteca, pues el ambiente lo ponen la música y, por supuesto, la diversidad de cuerpos dispuestos a rifarse y sacar los mejores pasos en alguna de las ruedas de duelo.

En las noches de Hi-NRG e italo disco, o música de los 80, 90 y dosmiles, las generaciones convergen y se transforman en una misma, porque no importa la edad: todes sin excepción disfrutan de danzar, y también hay quienes prefieren ver a esos cuerpos en movimiento y simplemente dejar que sus retinas se llenen de pura magia.

Una discoteca que se rehusa a irse de la CDMX

No todo ha sido fácil para este lugar. En casi cuatro décadas ha tenido que sortear los obstáculos normales del paso del tiempo. Si bien en los 80 el Hi-NRG fue todo un boom musical, su éxito, como el de otros, se fue desvaneciendo y dando lugar a nuevos géneros. Aun así, Patrick Miller siguió, y a la fecha sigue, apostando por este ritmo inigualable.

Un sitio de encuentro único, casi inmortal… ¡Patrick Miller por muchos años más!

Patrick Miller
Horario: Viernes 21-3 h
Dirección: Mérida 17, col. Roma
Costo: $100
Facebook: Patrick Miller

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