El pan dulce es uno de los alimentos más deliciosos del mundo, pero pocos saben cómo llegó al país y del origen de algunas de sus creaciones. Es por eso que hoy te contamos la historia de algunas de tus piezas favoritas, tanto nacionales como internacionales.

La historia del pan dulce en México

Con la llegada de los españoles el cultivo del trigo comenzó a popularizarse en tierra mexa. El pan en un inicio tenía un sabor sencillo, pero durante el Porfiriato nuestras recetas fueron modificadas por la influencia francesa de aquel entonces. Fue así como el azúcar empezó a tener mayor presencia en las panaderías.

La mezcla de culturas en el país también es un importante factor que explica la gran variedad de opciones con las que hoy contamos.

pan dulce

Origen de tus piezas de pan de dulce preferidas

1. Oreja

El hojaldre llegó a México junto con los españoles. Durante el Porfiriato las panaderías francesas le agregaron un toque de azúcar y mantequilla que encantó a los mexicanos. En aquella época era un manjar exclusivo para la clase alta. Con el paso del tiempo se volvió accesible para todxs.

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2. Donas

Las famosas rosquillas llegaron de Holanda a Estados Unidos en el siglo XVIII. Originalmente se llamaba “Olykoek” y tenía una forma redonda.

En 1847, Elizabeth Gregory le dio un giro a la receta agregándole nueces y almendras en el centro. A su hijo Hanson no le gustaba lo que les añadía así que decidió hacerles un agujero. Algunxs dicen que eso lo hacía porque esa parte del pan quedaba cruda.

Así nació la dona. Se popularizó hasta la Primera Guerra Mundial en donde voluntarias del ejército se las regalaban a los heridos.

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3. Conchas

Se dice que este clásico pan de dulce mexicano nació de la masa del brioche. Los panaderos franceses que llegaron al país en el siglo XVII fueron los que crearon una variación de éste. Incluso incorporaron otros ingredientes como la manteca de cerdo.

La pasta de azúcar que lleva encima parece haber sido una creación que los españoles trajeron a la Nueva España. Por esto mismo la concha solo era consumida por los criollos o la clase privilegiada.

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4. Garibaldi

Este pan de dulce nació en la Pastelería El Globo en 1884. Rápidamente se convirtió en una de las delicias preferidas por los capitalinos.

Dicen por ahí que se le nombró de esta forma como homenaje a un importante revolucionario italiano del siglo XIX llamado Giuseppe Garibaldi. La icónica plaza del mismo nombre fue llamada así en honor a su nieto José Garibaldi. Este último peleó a lado de Orozco y Villa durante la Revolución Mexicana.

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5. Ojo de buey

También conocido como ‘Ojo de Pancha’. El origen de este pan fue gracias a un cocinero chino del siglo XIX que inspirado en el ojo de dicho animal creó esta delicia.

6. Churro

Aunque no lo creas este rico manjar tiene sus orígenes en China. El churro está inspirado en una tira de masa frita llamada youtiao del siglo XII. Tiempo más tarde viajeros portugueses llevaron esta receta a su país. Posteriormente llegó a España en donde le dieron forma de estrella alargada y lo espolvorearon con azúcar.

Esta exquisita creación arribó a tierra mexa junto con los españoles durante La Conquista.

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7. Pan de Muerto

Dicen que este pan nace a partir de los sacrificios humanos practicados por las culturas prehispánicas antes de La Conquista. Algunos historiadores aseguran que ofrecían a doncellas como ofrenda a sus dioses. Incluso les arrancaban el corazón para después morderlo a modo de agradecimiento.

Los españoles se escandalizaron con estas ceremonias y terminaron por prohibirlas. Cuentan que fueron ellos quienes tuvieron la idea de sustituir los sacrificios con un pan de trigo en forma de corazón. Hasta le colocaron azúcar roja para que diera el gatazo del órgano ensangrentado.

Con el paso del tiempo se fue transformando hasta simular las partes de un esqueleto. El centro es el cráneo y las tiras que le rodean son los huesos.

Sin duda las historias detrás de estas piezas de pan de dulce son curiosas, interesantes y encantadoras. Su origen nos habla de un interés por reinventar lo conocido para finalmente dar con las atesoradas creaciones que hoy amamos.

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