Seguramente lo has visitado, pero… ¿conoces la historia del Museo Universitario del Chopo? Era la segunda mitad del siglo XIX, la ciudad comenzó a crecer y ser una ciudad más cosmopolita con centros comerciales, transporte masivo, plazas recreativas. Mientras en la arquitectura llega el movimiento Modernista o Art Nouveau, enfocada en la función, el orden y la simplicidad. Por otro lado andaba de moda hacer exposiciones universales con armazones desarmables, con hierro y cristal. Eso nos regaló lo que conocemos hoy como el Museo Universitario del Chopo.

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De rancho a colonia ‘nice’

En 1899, en la ribera de San Cosme, se encontraba el rancho El Chopo. Este terreno después fue adquirido para la fábrica de la cervecería La Central. Sin embargo los chilangos no le quitaron su nombre original a la zona y le siguieron llamando “El Chopo”.

En 1900 la ciudad terminaba a unos metros de la estación del ferrocarril Buenavista. En esta frontera la clase media de la capital porfiriana se asentó en los terrenos que fraccionó y vendió. Para 1904 dos grandes casas se pusieron a la venta, en las calles Chopo y Pino. Ahí comenzó a vislumbrarse que la zona crecería y que era una buena ubicación para clases acomodadas.

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¡Qué elegancia la de Francia! O de Alemania…

Como nos encantaba andar mirando hacia Europa, no es sorpresa que queríamos acá una feria comercial, imitando las Exposiciones Universales. En 1902 se llevó a cabo la Exposición Universal de Düsseldorf. Había un pabellón diseñado por el urbanista Bruno Möhring, que tenía una expo de arte y textil. La estructura de acero y de vidrio presenta un estilo Art Nouveau pero también algo gótico, lo que lo hace ecléctico y único.

Al terminar esa feria un empresario mexicano les echó el ojo a dos de las estructuras. José Landero y Coss compró dos armazones, el Gutehoffnungshütte (cabaña de buena esperanza) y Gasmotorenfabrik (fábrica de motores de gasolina). La idea era tener una exposición también acá en tierras chilangas, pero el proyecto no avanzó.

Y así, las dos estructuras viajaron por mar, llegaron al puerto de Veracruz y luego por tren. Ya las piezas descansando en la estación Buenavista debían ahora ensamblarse en su nuevo hogar. Pero, ¿por quién? Pues José Landero buscó a la Deutsches Haus (presidida por Roberto Boker el que vivía en San Ángel) que le recomendaba a Hugo Dorner y Ludwig Bacmeister para ensamblar aquellas estructuras.

museo universitario chopo

De exposiciones a películas de terror

En 1913 se abrió por fin el pabellón modernista con la Exposición Japonesa. Había productos comerciales, tecnología y arte. Después el espacio fungió como el Museo de Historia Natural. En 1964 el museo se reubicó en el Bosque de Chapultepec y el espacio del Chopo fue abandonado, el muralismo era lo de hoy y el espacio no correspondía con las necesidades de su tiempo. Aprovechando su abandono y la estructura, a veces se utilizó para filmar películas de terror.

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El museo que conocemos: Museo Universitario del Chopo

Para 1975 la UNAM tomó la iniciativa de rescatarlo. Se inauguró en 1976 con muestras de temas astronómicos y por dos años se ofreció la Muestra de 80 años de cine en México. Se habilitaron espacios para obras de teatro y en 1977 se inaugura el Cinematógrafo del Chopo con la obra de Jean Luc Godard.

Con la gestión de la escritora Ángeles Mastretta y Jorge Pantoja, se expone también música popular y diversos géneros. Ya más en conexión con el México de aquel entonces con presentaciones de bandas que luego fueron a Avándaro como Chaac Mool y Three Souls in my Mind. Eso dio pie al ‘Segundo Encuentro de Punk Rock en México’ haciendo del espacio un lugar vivo y contemporáneo.

En 1983 se modificó el interior, creando un foro con tarima y gradas, con salones para talleres y galería de arte. Así se podían ofrecer diferentes eventos y exposiciones. Pero el museo que conocemos hoy es el que se creó en 2004, cuando TEN Arquitectos (Enrique Norten) fue elegido para llevar a cabo la renovación del Museo Universitario del Chopo.

Lo reinauguraron en el 2010,con la estructura insertada al interior. El pabellón se mantiene intacto y funciona como un armazón que rodea el volumen añadido al interior.

Aunque el proyecto devolvió vida al espacio, con salas para diversas exposiciones, se interrumpe el eje visual de la nave central. Ya no se aprecia la totalidad del edificio al interior, pero eso no le quita la belleza.

El Museo Universitario del Chopo es un espacio vivo, con exposiciones temporales y una tienda con libros bastante recomendables. ¡No dejes de visitarlo!

¿Ya conocías toda la historia del Museo Universitario del Chopo?

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