Hace 20 años llegué a la ciudad de los límites inmensurables. Dejé atrás la orografía con la que me ubicaba en los Valles Centrales de Oaxaca y la cambié por las estaciones del Metro. Desde el primer día en la Ciudad de México hablé con entusiasmo y dignidad sobre mi origen. Ello que me llevó a conversar con personas diversas que sabían poco o nada de la ciudad en la que crecí: descendientes de paisanxs inmigradxs décadas atrás, personas que replicaban clichés discriminatorios sobre el estado, su gente y sus usanzas. Por otro lado, no faltó quien me hablara maravillas de las playas, los hongos de la sierra, la comida y la vida cultural. Oaxaca tiene un lugar especial en el imaginario chilango, pero ¿qué puedo decirles yo, como oaxaqueña-chilanga que reparte su existencia entre dos ciudades? Mi experiencia en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO).

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Por la FILO vivo y trabajo entre Oaxaca y la Narvarte. Dedico mi fuerza de trabajo y creatividad a la gestión cultural y a la difusión de la literatura. La feria, que inició como una expo venta de libros en tablones en los portales del zócalo oaxaqueño, llega este otoño a su edición 42. Se llevará a cabo del 21 al 30 de octubre.

Es el evento literario más entrañable de México. Quien ha asistido puede corroborarlo. Este año reunirá a las voces más variadas de la literatura contemporánea, la literatura infantil y juvenil, al gremio editorial y a personas dedicadas al fomento a la lectura. Diez días de disfrute y recreación para oaxaqueñxs y visitantes en los que hay exhibición y venta de libros, mesas de diálogo, presentaciones editoriales, espectáculos para las infancias y eventos musicales.

Regresa la FILO con eventos presenciales

Luego de navegar los foros virtuales en 2020 y 2021, este año regresamos al Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca, su sede a partir de 2018. Celebramos la paulatina recuperación de los lugares de encuentro, proponiendo como tema rector el espacio y sus posibilidades: no solo como un lugar físico donde sucede la realidad, sino para identificar qué otros espacios existen, cómo se crean, qué y quiénes interactúan en ellos, sus funciones y sus alcances.

En la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (IG: @filoaxaca) converge una parte de la comunidad con la que me identifico. Mi historia tiene posibilidad gracias a las lecturas del mundo que en Oaxaca se abordan y que en la feria convergen y se difunden. Se necesitan puntos de encuentro para el abrazo, para la escucha, para mirar a los ojos al brindar con un mezcal, acciones que nos reafirman en lo colectivo. Si son entusiastas de Oaxaca, conozcan la FILO, punto de conexión entre lo oaxaqueño y lo chilango. Es un sitio para el intercambio de ideas, la diversidad y la plática que puede terminar en celebración, prácticas que son el combustible que mantiene viva a una comunidad.

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