Hace varios años la Alameda era protagonista de la Navidad en la ciudad, muchos chilangos pasaron momentos muy felices.

La navidad en la CDMX ya no es lo que era, antes de que hubiera grandes centros comerciales por toda la ciudad y sobraran lugares para tomarse fotos, La Alameda Central era el sitio navideño por excelencia.

Ligue en la Alameda Central: así hacían match en el siglo XX

Este famoso parque se llenaba de luces, globos y juguetes hechos a mano.

Así se vivía la Navidad en la Alameda

La época decembrina se celebraba en la calle en medio de los árboles y las fuentes que aún son lugar de encuentro para quienes habitan la ciudad.

Crédito: Cuartoscuro

Un paseo típico navideño incluía adornos temáticos muy coloridos, venta de juguetes de madera y muñecas de trapo, juegos mecánicos, echarse unos buñuelos, café o champurrado, además de la clásica foto con Santo Clós o los Reyes Magos.

Un largo pasado navideño

De acuerdo con su sitio oficial, la Alameda Central es el parque público más antiguo de América Latina. También es el de mayor tradición en la ciudad, pues ha sido por igual, lugar de paseo, de ligue y hasta de cruising.

Se le ha considerado parte fundamental de la ciudad desde el siglo XIX, no solo en el aspecto social sino en el comercial, su pasado navideño es producto del Porfiriato.

Fue en esa época cuando se convirtió en el destino para la romería navideña. Su ubicación funcionaba bastante bien al estar conectada con andadores y calles como San Hipólito, Santa Veracruz, Puente de la Mariscala o San Juan de Dios, ahora Avenida Hidalgo.

Quienes buscaban musgo, heno y piñatas podían seleccionar entre la amplia variedad de productos y, por qué no, aprovechar para darse un rol. Además de los adornos mencionados, la venta de arbolitos, más las respectivas decoraciones, arrancó a inicios del siglo XX.

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La Alameda se convirtió en un clásico de la Navidad chilanga

Con el paso del tiempo a este lugar llegarían los retratos navideños de niñas y niños, quienes debían esperar su turno para retratarse con Santa o con Los Reyes Magos en un escenario que incluía renos y nieve.

Esas fotos, además de seguir en la memoria de la ciudad, seguro permanecen en más de un álbum familiar y se volvieron tan representativas de la época que incluso la costumbre fue plasmada en el cine mexicano.

En la película “El mil usos” hay una secuencia donde el protagonista, que es interpretado por Héctor Suarez, trabaja como Santa Claus en La Alameda, en medio de un mar de gente y un tráfico que ya desde entonces lucía insoportable. 

Solo queda el recuerdo

Aunque oficialmente la remodelación de La Alameda en 2011 fue la razón para enviar a vendedores, Santas y Reyes al Monumento a la Revolución, también tuvieron mucho que ver los cambios en la ciudad.

En el punto más alto de esta tradición no había tantos centros comerciales, los cuales, poco a poco se volvieron más habituales y accesibles para ir de compras y tomarse la foto con Santa.

Además ahora hay una gran oferta de bazares y villas navideñas por toda la ciudad. Eso no quiere decir que la tradición se haya perdido del todo, la romería se realiza cada año en su nueva ubicación.

La Alameda ha sido parte de más de 400 años de historia chilanga y un sin número de habitantes de la ciudad pasan diario por ahí. 

La navidad no ha vuelto desde su remodelación, en la que se plantaron árboles, se restauraron las fuentes, esculturas y el Hemiciclo a Juárez, así como la calle Ángela Peralta que se volvió peatonal.

Eso no ha impedido que el parque se haya llenado de shows musicales y humorísticos o de magia que se combinan con los gritos de los predicadores que abundan en la zona. Y es que, como siempre, al final solo queda el recuerdo.