¿Por qué ver la película Aguas siniestras? SPOILER ALERT: ¡No querrás entrar a una piscina nunca! 

Prepárate para una experiencia que podría cambiar tu percepción de un simple chapuzón, porque después de Aguas siniestras, escrita y dirigida por Bryce McGuire, es posible que tus días de alberca con amigos y familia ya no vuelvan a ser los mismos. Aquí te contamos sobre esta película que llega este 4 de enero a cines y que promete erizar la piel.

¿De qué trata Aguas siniestras?

La película, un proyecto de Atomic Monster y Blumhouse, es la nueva criatura de la noche en el panteón del cine sobrenatural, que promete llevar al espectador en las profundidades de una angustia visceral.

Protagonizada por Wyatt Russell (The Falcon and the Winter Soldier, Overlord) quien interpreta a Ray Waller, un exjugador de beisbol cuya carrera se ve truncada por la tragedia de una enfermedad degenerativa. La trama nos introduce en su lucha por reconstruir una vida destrozada, así que se muda a una nueva residencia junto con su esposa Eve, interpretada por Kerry Condon (The Banshees of Inisherin), su hija adolescente Izzy (Amélie Hoeferle) y su hijo Elliot (Gavin Warren) con la esperanza de recuperación y normalidad.

Sin embargo, lo que debería ser un refugio se convierte en escenario de fenómenos extraños cuando un secreto oscuro y acuático sale a la superficie, amenazando con arrastrar a Ray y su familia a las sombras de un pasado inescapable. Porque sí, cosas malas, muy malas pasaron en esa alberca.

La película no solo es un viaje a través del terror que se esconde en los lugares más insospechados, sino también una exploración de la fragilidad humana frente a fuerzas desconocidas. Aguas siniestras se erige como un espejo distorsionado de la vida suburbana, donde la piscina deja de ser un espacio de diversión para convertirse en la puerta a una dimensión de miedo y desesperación.

Escrita y dirigida por Bryce McGuire y bajo la producción de las mentes maestras del terror contemporáneo, James Wan (el cineasta detrás de las franquicias de Saw, Insidious y The Conjuring) y Jason Blum (el productor de Halloween, The Black Phone y The Invisible Man), esta película se posiciona como una experiencia cinematográfica que podría hacer que incluso el más valiente de los espectadores piense dos veces antes de entrar a una piscina de nuevo.

Mente maestra detrás de Aguas Siniestras

McGuire plantea una alegoría sobre la felicidad y el costo de nuestros anhelos en una casa que promete ser el sueño de una familia y se convierte en su pesadilla. Y recalca como una de sus premisas temáticas en esta historia: “El amor requiere sacrificios”.

La infancia y adolescencia de Bryce McGuire, marcadas por una acuafobia nacida de vivencias personales en Florida, son el alma de Aguas siniestras. Las aguas que rodean su tierra natal, escenario de tragedias y fenómenos naturales, imprimieron en McGuire un profundo respeto y temor: "Siempre he tenido el agua en la cabeza", confesó el director en una entrevista de Universal Studios. Este temor infantil se transmuta en la pantalla grande, donde la piscina no es solo un elemento del decorado, sino un personaje en sí misma.

Las influencias cinematográficas de McGuire se entretejen en el tejido narrativo de Aguas siniestras, desde la criatura de la Laguna Negra hasta el tiburón más famoso del cine, revelando una fascinación por los terrores que emergen del agua. "Vi Tiburón cuando tenía diez años", dijo McGuire, y ese encuentro precoz con el miedo acuático se refleja en cada fotograma de su obra.

Más allá de los sustos y los sobresaltos, la película se alimenta de un linaje de historias que, como sugiere McGuire, tienen "un hilo conductor muy humano". Inspirado por relatos de Stephen King, donde lo ordinario se torna maligno, McGuire explora cómo los objetos más familiares y las escenas más apacibles pueden convertirse en el caldo de cultivo para una malignidad inesperada, haciendo eco de la idea de que "las cosas que son más bonitas por fuera son las que más daño pueden hacernos".

Datos curiosos de Aguas siniestras:

• Se emplearon lentes antiguos y gran angulares para capturar la inmensidad de la piscina en momentos sobrenaturales.
• Todos los actores realizaron pruebas de natación antes de la producción y contaron con la vigilancia de salvavidas durante el rodaje.
• Se usaron impresiones de vinil en el fondo de la piscina para simular agua sucia y evitar daño real a la piscina y molestias al actor Wyatt Russell.
• La filmación se llevó a cabo en Altadena, California, y alrededores de Los Ángeles durante 34 días en 2023.
• Justin Raleigh de Fractured FX creó las prótesis de los demonios. Para esto usó materiales especiales que absorbían agua y ocultaban el equipo de buceo de los actores, técnicas aprendidas en proyectos como Aquaman y Swamp Thing.
• La música de Aguas siniestras fue compuesta por Mark Korve, conocido por su trabajo en The Witch, The Lighthouse y The Black Phone.

Opinión honesta sobre Aguas siniestras:

La película teje bien a los personajes, hay motivaciones claras en ellos, los efectos especiales y prostéticos pertenecen completamente al género, no caen en lo ridículo. Te mantiene full en la ansiedad y el estrés de lo que viene, pero también hay que reconocer que es muy predecible. Como espectador ya sabes en qué momento el susto viene y a pesar de que sí se escuchan un par de gritos en la sala, también se escucharon risas, ¿por qué? Porque llega un momento en el que se explica qué es lo que sucede en la piscina. Su justificación resulta demasiado fácil, como si no hubiera un argumento que sostuviera con buenos pilares ese universo que se quiso crear.

¿Te preguntas si debes verla? La respuesta es sí, porque detrás de ella hay genios del horror y grandes referencias visuales. Si eres muy puritano del género, tal vez no te cumpla, pero si eres un poco miedoso o quieres verla para pasar un buen rato, definitivamente sí compra tu boleto.

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