Lo bueno

-Es enorme. De dos pisos, dos barras, terraza para fumar y con mesitas con sillones de piel. Además con una vista, sorprendenemtente interesante, a Nuevo León.

-La decoración. Los cuadros son una maravilla. Uno colocado en la escalinata que te lleva al segundo piso podría dejarte un buen tiempo concentrado tratando de analizarlo. El diseño urbano con luces neon, ladrillos rojos y sellos estilo graffiti le dan una ondita muy cool. La pared de botellas es un espectacular visual. Una que otra mesera guapetona y meseros caritas, podría considerarse dentro de la buena deco del recinto.

-Los tragos, ah como nos encantan los tragos de los pubs. Aquí no sólo las chelas son sensuales para el paladar, sino que los cocteles que preparan son ricos y de efecto relajante.

-La música: de vez en cuando hay en vivo y la que ponen en el lugar consiente a los amantes de AC/DC, Killers, Guns y más.

-Las promociones: Hay shots del día, una que otra vez hay bebidas 2×1, todo para que la clientela se quede sin opciones para hacer berrinche.

Lo malo

-Si llegas por ahí de las 22:00hrs, encontrar una mesa es casi imposible. Es más, es aún más factible encontrar lugar para un concierto de Pink Floyd que una mesa en el Kings Pub en la hora pico antrera.

-Esta en la fina línea entre bar-antro, al grado que disuelve la idea tradicional y clásica que a todos nos encanta de los pubs.

-Si estas en las mesas o barra de abajo puedes llegar a sentirte observado. La concurrencia de la terraza tiene un ángulo ideal para que se conviertan en observadores empedernidos de lo que sucede allá abajo, ¡qué incómod!

-El valet. ¡El peor! Se tardan horas en entregarte tu auto y lo peor es que se rumora que una que otra vez han tenido percances como choques, rayoncitos, robos, etc. Para terminarla de amolar, cobran $40 por darle en la mother a tu coche.