El estilo es neoyorkino y el deporte favorita, la cantada. Un karaoke con estilo.

No es otro karaoke: es un cachito de Nueva York que le rinde culto al deporte de la cantada por diversión. De primera impresión, el lugar te parecerá un antro más, eso sí, con una gran decoración que te llevará hasta la Gran Manzana. Una vez dentro, el show comienza con un pequeño coro de grandes voces que suena impecable. De ahí en adelante, la cantada y la bailada alternan y garantizan una gran noche. Para beber, uno de los clásicos tragos pegadores: perla negra o boligoma, por ejemplo.