Inspirado en los trágicos amores de Calixto y Melibea, en aquella alcahueta que con malas artes consigue que la gente se enamore, La Celestina es un híbrido de inspiración mexicana y española. Ubicado en una zona donde la vida nocturna ha renacido, este local es de aspecto retro chic industrial, remodelado con materiales reciclados y orgánicos, tiene una barra rústica de diseño urbano y muy bien surtida.

La Celestina es bar-cantina y nos muestra un aspecto totalmente renovado de la vida nocturna de la zona. Justo a espaldas de la Catedral comienza el murmullo de la buena música (que va del nu-disco, pasando por indie rock, hasta llegar al funk) y un ambiente festivo que evoca una xampañería catalana, pero con todo el sabor chilango en pleno centro de Coyoacán.

Abran el apetito con un shot de mezcal de la casa (blanco, joven y orgánico) y para empezar a alegrar el corazón a través del estomago pidan un aguachile rojo de atún (es un sueño, no hay exageración en la declaración) o una deliciosa torta de pulpo en su tinta.

Si más bien andan de ánimo coctelero, pidan un Rosmarino: lleva frangélico, vodka, uvas, limón y una ramita de romero, es súper fresco. Pero si de plano son fans del mezcal combinadito prueben un Celeste, lleva moras, albahaca, azúcar, limón y mezcal de la casa, por mucho el favorito de la noche.

La Celestina un bar-cantina incluyente (pet friendly, puedes echarte unas copas mientras tu mascota disfruta de la vista de las mesas al exterior del local), de barrio (los vecinos pasan a tomarse unas cervezas o disfrutar de un buen vino, mientras que las parejas pueden disfrutar de una variada oferta coctelera o si vas con los amigos brindar con un mezcalito derecho), con una cocina sencilla, impecablemente preparada y de gran calidad.

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