Más allá de la moda y el cliché que representa la cruzada de rescatar bebidas mexicanas, esta pulquería resulta un espacio atrevido y poco común en la Roma Condesa, pues el público que acostumbra rondar la zona busca lugares que se mantiene en la delgada línea entre los alternativo y aspiracional.

El pulque es una bebida brava, de pueblo, que no cualquier paladar disfruta. Su consistencia “especita” lo convierte en un trago difícil más no imposible.

En el Aserrín aseguran tener los pulques más selectos y los mejores mezcales de tradición artesanal. El lugar sorprende desde la entrada, pues cuando cruzas el umbral de la puerta tus pies se acomodan inmediatamente al aserrín regado por doquier.

Aunque son los maestros del pulque y el mezcal, puedes encontrar cervezas de todo tipo y si el grupo es numeroso tienes la opción de pedir caguamas. Tendrás que hacer varias visitas antes de presumir que ya probaste las 40 recetas de pulque, que para darle el toque “condechi” se sirven en una copa martinera, un poco raro pero es el toque kitsch.

Si de plano el pulque es demasiado para ti, te recomendamos probar el mezcal el ‘Pelón de la muerte’ o ‘El enmarcarado’ que son lo de la casa. La música es variada tirándole a clásicos del rock alternando con rolitas de moda.

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