Porno amish y otras excentricidades de la vida alegre

Porque la calentura también tiene su lado recatado

La religión está peleada con el sexo o al menos eso es lo que nos han hecho creer durante siglos. 

Deambulando por las páginas porno —por motivos meramente científicos— nos encontramos con una sarta de categorías donde se aprecia que sus protagonistas son fieles seguidores de alguna religión, tal como los amish, musulmanes o los judíos.

Y aunque sabemos que son sólo disfraces, no dejó de llamarnos la atención por varios motivos:

1. Lucen un look muy natural

Una ex actriz porno, que utiliza el pseudónimo de S.K., aseguró al Daily Mail que para poder figurar en el porno amish hay que tener un look muy natural. ¿Por qué? Porque quienes verdaderamente pertenecen a esta religión lucen así. No tienen implantes enormes ni se someten a cirugías estéticas para reconstruirse el rostro. 

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Amish (Foto tomada de Pornhub)

2. Fuera de cánones religiosos y culturales

Hace algún tiempo, Mia Khalifa se convirtió en tendencia en la pornografía. Veíamos en la pantalla a una chica de origen libanés, con atributos bastante generosos, tener sexo abiertamente frente a las cámaras.

Pero, ¿por qué llamó tanto la atención? Primero porque la chicase cae de buena y segundo porque, a pesar de la cultura que implica su origen, ella no se escondía en el anonimato. Sus apariciones calentonas le valieron amenazas y lo que sería el equivalente de nuestras mentadas de madre en su país, pero a ella eso le valió sorbete.

Sin duda revolucionó el cine para adultos. Sin embargo, hace poco anunció a sus fieles seguidores que se retiraría del mundo pornochón y que se dedicaría al mundo de la comunicación de los deportes. 

Si bien es cierto que nos deprimió saber esto, podemos agradecerle que puso en el tintero el porno de esos países. Hizo que muchos reconocieran que efectivamente veían porno (de lo contrario, ¿cómo se enteraron de ella?) y que las chicas que se dedican a esto en ese país tuvieran a alguien en quien reflejarse.

Una de ellas es Nadia Ali, quien utiliza el hijab en sus escenas donde pone a sacudir el bote. Ella ha asegurado que ha sido vetada de Pakistán por utilizar esta prenda que simboliza la modestia femenina en esos países. Sin embargo, dice que no dejará de usarlo, pues a pesar de chambear en la industria del porno, conserva orgullosamente su religión.

¿Quieren verla?

3. El sexo dejó de ser algo privado

Todas las religiones mencionadas obligan a sus adeptos a mantener el sexo en privado, en lo oscurito. Al verlos en acción nos despierta un morbo ilimitado. ¿Cómo lo harán? ¿Será que sólo lo hagan de misionero? 

Bueno, pues las categorías de porno que involucran a las religiones no son nada recatadas. Practican todo tipo de posiciones e involucran diferentes juguetes. Un fetiche más con tintes prohibidos.

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Sacerdote (Foto tomada de Pornhub)

4. Las estadísticas

No crean que fuimos los únicos curiosos a los que les llamó la atención esta categoría del porno. 

Durante julio, las búsquedas relacionadas con el porno musulmán o árabe aumentaron 204 por ciento. 

Según el escritor Kamel Daoud, los islamistas se han obsesionado con la mujer. Al ver este tipo de pornografía, los jóvenes pueden tener fantasías con ambos mundos: el de Occidente donde el sexo se puede ver por todas partes y el de las vírgenes de su religión. Lo cual suena bastante abominable, pues las ven como sus futuros bocados.

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Musulmán (Foto tomada de Pornhub)

¿Qué les parece? ¿Rifan o no rifan estas categorías del porno?

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