¿Cómo
van adquiriendo el valor de arte los jóvenes?
Es algo muy paulatino. El
primer acercamiento es encontrar objetos, colores y formas bellas que los
seducen y que los hacen acercarse a ellos. Después, cuando ven que estos
objetos se van haciendo con las manos, con método o una disciplina que estaba a
su alcance, se sentaban a trabajar en las mesas. Más adelante, cuando se
trabaja con una meta clara como una exposición para la que se van guardando los
objetos y nombrándolos, empezaban a trabajar de forma más disciplinada
asistiendo a los talleres todos los días a las 11 de la mañana para ese fin.
Otra cosa muy importante es el simple hecho de entrar a una habitación y tener
un baño, como cuando se les abrieron las puertas del Laboratorio Arte Alameda.
Finalmente, Meteoro se convirtió en una fábrica de objetos como ropa, joyería o
cosas de casa, que fue el nombre que llevó su exposición: Cosas de casa por
gente sin casa.
¿Cuál sería un modelo
sustentable para un proyecto de esta naturaleza?
El proyecto creció a
partir del apoyo de Fundación BBVA Bancomer, Banorte, Fundación/Colección
Jumex, Sedesol, entre otros, pero las iniciativas privadas no otorga un apoyo
continuo para poder sacar adelante a una generación de jóvenes. En un momento importante Francis Alÿs, artista, donó
a Meteoro un premio que había ganado y luego hizo otra nueva donación, pero me
parece que sería ideal que lo adoptara el gobierno del DF, por la importancia
de atender a esta comunidad durante un periodo largo.